El cambio de sede canónica implicará importantes novedades en el culto externo de la corporación. Así, el Sepulcro dejará de celebrar el traslado de sus sagrados titulares a los tronos procesionales en la noche del Sábado de Pasión. En su lugar, la junta de gobierno ha aprobado hacerlo, «a modo de prueba» según dijo Emilio Betés, en la mañana del Jueves Santo, a partir de las 13.30 horas.

De este modo, el Cristo estará expuesto en devoto besapié en la iglesia del Císter desde el Domingo de Ramos. El triduo de Cuaresma también se celebrará en el Císter, aunque en un principio se había barajado la posibilidad de hacerlo en Santiago, al ser la parroquia un templo mayor. Mantendrá la fecha del jueves, viernes y Sábado de Pasión, como hasta ahora.

Por otra parte, el traslado de regreso desde la casa hermandad se hará en la madrugada del Sábado Santo, nada más encerrarse la procesión, informó el hermano mayor.