El Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella recibió ayer por parte de las autoridades gubernamentales de Bahamas las declaraciones en calidad de imputados del actor Sean Connery y su esposa en relación con el caso Goldfinger, en el que se investiga la operación urbanística y financiera desarrollada en la parcela donde estaba el chalé que fue propiedad del matrimonio en Marbella.

El juez que investiga esta causa acordó en mayo del pasado año abrir una pieza separada con todo lo relativo a los Connery y reiterar la comisión rogatoria -petición de colaboración internacional- dictada en diciembre de 2010, para que se ejecutara completamente y se tomara declaración a ambos como imputados, dando un plazo de seis meses para estos trámites.

Ahora, en un auto, por el juzgado se hace constar, dentro de ese plazo de seis meses para que se cumplimentara la comisión rogatoria a Bahamas, la recepción de documentación remitida por las autoridades de dicho país, que consiste en copia de las declaraciones juradas del matrimonio, efectuadas por escrito ante una persona como notario autorizado y los abogados del matrimonio.

El instructor destaca en su resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, que en las declaraciones se constata que estas fueron efectuadas el 21 de febrero de 2012, «lo que no deja de sorprender toda vez que carece de explicación un retraso en su remisión de algo más de un año y medio».