La agente de la Policía Local de Torremolinos acusada de tratar de asesinar a su exmarido atropellándolo en tres ocasiones con su coche reconoció ayer en el juicio los hechos, pero al mismo tiempo dijo que no tenía intención de matarlo y que no sabía lo que hacía, incurriendo en varias contradicciones. «¿Lo arrolló con el coche?», preguntó la fiscal, a lo que ella contestó: «Sí lo que hice es acelerar el coche, lo arrollé, mucha gente se acercó a mi vehículo, no sabía lo que pasaba».

Los hechos sucedieron el 12 de enero de 2013 a las 11.30 horas de la mañana en el parking del Lidl de la carretera de Churriana. El hombre había dejado a sus hijas en el tenis, y hablaba distraídamente por teléfono cuando ella lo embistió, siempre según la Fiscalía, hasta en tres ocasiones con su automóvil. Por estos hechos, la acusación pública reclama ocho años de prisión, en concreto por una tentativa de asesinato. El perjudicado sufrió traumatismo craneoencefálico, erosiones y daños en las costillas.

La mujer relató que esa mañana llevaba dos martillos y un cuchillo para pincharle las ruedas a su marido, del que estaba separándose. En esa época, iba a incorporarse como administrativa a la Policía Local de Torremolinos, y, según dijo, había hablado con su esposo para que le arreglase el termo y le diera los papeles del seguro del coche, a lo que éste, precisó, se negó.

Ella estaba muy nerviosa. Esa mañana dio varias vueltas y, en una rotonda que iba a coger para dirigirse a Málaga, vio a su marido, en el parking «hablando por teléfono, muy distendido, muy bien; días antes yo le dije que estaba muy mal de los nervios, y que me tenían que internar en el Sagrado Corazón». Después de poner sobre la mesa la diferencia de los estados de ánimo, la procesada insistió en que sufre una depresión de la que se trata desde hace dos décadas, y luego reconoció haber embestido una vez a su pareja con el coche en el parking.

Luego se le acercó mucha gente y ella estaba confusa. «Me sentí acorralada». La fiscal le preguntó entonces: «¿Aceleró y le pasó con las ruedas por la cabeza?», a lo que ella contestó que no, pero luego, después de que una persona le quitase las llaves y otra se las diera, y cuando la víctima estaba sentada en una silla del aparcamiento, «arremeto contra mi marido pero no con intención de matarlo». Ésa fue la segunda embestida. «Empotro el coche contra la silla», aclaró la encausada.

«Yo tenía un sufrimiento muy grande, una desesperación tremenda, no sabía lo que hacía», insistió, para aclarar luego: «Yo nunca he tenido intención de matar a mi marido, matar a un ser vivo no está en mi cabeza ni mi moral». También explicó que no era consciente de que su pareja estuviera malherida.

En ese momento, la mujer estaba de baja por depresión desde hacía, según dijo en el juicio, trece meses, «tras un segundo intento de autolisis». La fiscal cree que hay una tercera embestida. A sus preguntas, la acusada insistió en que nunca amenazó a su expareja con matarla, sino con el divorcio, y aclaró que él la obligaba a mantener relaciones sexuales.

Los forenses aseguran que además de la depresión la encausada sufre un trastorno de personalidad que mermó su capacidad de obrar el día de autos. El juicio se reanudará el 19 de febrero.