El reparto fijado de los fondos de la nueva Política Agraria Común (PAC), que supondrá una pérdida para Andalucía de 418 millones, ha provocado el rechazo del delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, quien ayer se opuso de manera «frontal» al mismo y advirtió de que la provincia malagueña «sufrirá un grave perjuicio».

Así, Ruiz Espejo recordó que, aunque aún se desconoce concretamente cómo afecta a cada provincia andaluza, la propuesta aprobada el martes «va a suponer una merma» tanto en lo referente a las ayudas directas como a las que se reciben a través de programas de desarrollo rural.

Ruiz Espejo acusó al Gobierno del PP de «meter la mano en la caja» del campo andaluz y criticó al ministro de Agricultura, el andaluz Miguel Arias Cañete. «Si Andalucía pasa del 26,5% del total de ayudas europeas en el cómputo nacional al 23,5% es que alguien ha metido la mano en la caja del campo andaluz y me temo que de nuevo ha sido el PP, y hay que lamentar mucho más que sea un ministro andaluz quien tenga que perpetrar esta merma de fondos», sostuvo.

En Málaga, los cultivos más afectados por este reparto de la PAC serán el trigo duro, el olivar en pendiente, la uva pasa y el sector caprino. Esto perjudicará, fundamentalmente, a las comarcas de la Axarquía, Antequera, el Guadalteba y a la zona de los Montes de Málaga, según el delegado del Gobierno andaluz.

«Mostramos nuestro rechazo frontal a esta propuesta», reiteró, y añadió que si se convierte en firme tendrán que realizar las acciones «oportunas». Además, criticó que lo que recibe España aumenta en más de 200 millones, por lo que «no es justificable que se reduzcan en Andalucía, la única comunidad autónoma que pierde» fondos de la PAC.

El delegado de la Junta recordó que en Málaga existen siete Grupos de Desarrollo Rural (GDR) que están situados en el interior, en comarcas «rurales y agrarias y cualquier perjuicio ahí perjudicará a parte del territorio de la provincia».

El delegado del Gobierno aludió a los últimos datos del padrón de habitantes de la provincia, correspondiente a 2013, que reflejaba que en Málaga los pequeños municipios del interior estaban perdiendo población, por lo que considera que «si se recortan ayudas que han servido de estímulo y dinamización y para permitir que se fijase la población al territorio, vamos a seguir perdiendo fondos y despoblando esos pequeños municipios».