Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), fue elegido ayer nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) en sustitución de Santiago Herrero y se enfrenta ahora al difícil reto de «regenerar y «renovar» una institución cuya imagen se ha deteriorado mucho en el último año a causa de las imputaciones judiciales a su saliente cúpula directiva por el caso de una promoción de VPO no construida en Sevilla y las sombras relacionadas con el reparto de cursos de formación.

«Sin ética no hay éxito económico ni éxito empresarial» fue precisamente el lema repetido ayer por González de Lara en el discurso de su toma de posesión, tras recibir el 92,3% de los votos de una asamblea electoral a la que llegaba como candidato único de consenso.

Entre sus objetivos también figura el de hacer de la CEA una organización más profesionalizada y con mayor vertebración territorial, para que deje de ser percibida en las provincias andaluzas como una extensión empresarial del denominado centralismo sevillano.

El nuevo presidente reconoció ante los presentes que afronta una tarea «difícil» en la que toca renovar y construir «una nueva CEA» marcada por el «rigor» y la «transparencia». González de Lara estuvo arropado por una extensísima representación del panorama empresarial andaluz -de Málaga acudieron unas 120 personas-, aderezada con la presencia de la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del presidente de Unicaja, Braulio Medel, además de otros representantes del sector financiero. No hubo representantes políticos ni sindicales por deseo expreso de González de Lara, que prefirió un acto meramente empresarial para remarcar el carácter independente de la CEA en esta nueva etapa.

Sí mostró su «mano tendida» a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y al resto de instituciones para «recuperar y reeditar el diálogo perdido» y retomar el modelo de concertación social.

El responsable de la CEA admitió que en los últimos años ha habido algunos comportamientos empresariales «que dejaron mucho que desear desde la perspectiva ética», y recordó que a los empresarios «se les exigen elevados niveles éticos de actuación». Aseguró que la inmensa mayoría de empresarios andaluces están «comprometidos con el factor moral como factor de desarrollo y de progreso» pero insistió en que «hay que recuperar con firmeza el componente moral». Preguntado sobre las irregularidades que se le achacan al equipo directivo saliente de la CEA, contestó que no es algo que le toque a él asumir, remitiéndose a lo que dictaminen las instancias judiciales.

«Es lógico que lo vea con preocupación pero no es algo a lo que me corresponda buscar solución. Quiero que me pregunten por el futuro, no por el pasado», afirmó el nuevo presidente, que añadió que en los próximos días conocerá la situación económica de la CEA y la cuantía de su deuda.

González de Lara tuvo palabras de cariño para su predecesor, Santiago Herrero, al que agradeció «su entrega personal y su monumental legado» en la CEA. «Ha sido un referente que ha iluminado con su esfuerzo, ejemplo y profesionalidad y entereza la trayectoria de la organización», dijo el responsable patronal, que aseguró que Herrero seguirá siendo un activo de gran importancia y ocupará siempre un lugar de privilegio en la organización. En todo caso, González de Lara reconoció que la CEA necesitaba cambios y un «relevo generacional con un equipo más joven y diferente».

Sobre el momento económico actual, abogó por crear «un clima más favorable para la inversión» en Andalucía y «una mayor sensibilidad hacia las empresas» para beneficiar la creación de empleo y riqueza. «Espero que el sector público nos dé más facilidades e incentivos para generar actividad y que no haya tanta presión fiscal, trabas burocráticas y administrativas para crear actividad económica», dijo.

Por su parte, el presidente saliente, Santiago Herrero, destacó los «efectos beneficiosos» que suponen su marcha de la CEA, en cuanto al «cambio de ciclo» y al «relevo generacional». Justificó su marcha como una decisión «estrictamente personal». Herrero, en un emocionado discurso que fue interrumpido dos veces con aplausos, defendió el «consenso y responsabilidad» en la elección de González de Lara, al que calificó como «la persona más adecuada para la defensa de los intereses, por su trayectoria, por su edad, y por su responsabilidad». También, curiosamente por el hecho de ser «no sevillano y sí malagueño».

Al acto acudió también el presidente de la CEOE, Juan Rosell, que expresó su total apoyo a González de Lara, aunque reconoció que tiene por delante una labor difícil. «Estoy convencido de que hará una gran labor y que será capaz de gestionar la organización», apuntó Rosell, que cree que el mundo empresarial «necesita una CEA fuerte, potente y reivindicativa y cuanto mejor esté la CEA, mejor estará la CEOE».

Rosell espera que en 2014 se abra «un nuevo período en el que la destrucción de empleo no será la norma, sino la excepción». Sobre la moderación salarial, el presidente de la CEOE resaltó el «ejercicio de responsabilidad» de sindicatos y trabajadores y deseó que esa moderación «no tenga que ser para siempre»

«Otros países ya están empezando a tener crecimiento importante de los salarios, y ojalá nosotros podamos hacer eso en los próximos tiempos», auguró.

Tras reconocer que las organizaciones empresariales «no son fáciles de gestionar y son muy complejas», Rosell también valoró la gestión del anterior presidente, Santiago Herrero, con el que dijo tener una relación «entrañable de amistad» desde hace muchos años. «Nos ha ayudado mucho con su grandísima experiencia», apuntó.

Coincidiendo con su salida de la CEA, Herrero ha abandonado también la vicepresidencia que ostentaba en la CEOE. El ya expresidente de la CEA lo ve como «un gesto de coherencia».