En relación con los Carnavales, que también solían celebrarse en febrero, como una parte importante de estas futuras Fiestas de Invierno, las primeras referencias datan del siglo XIX. Eran unas fiestas entendidas como reunión social entre diversas asociaciones. El Liceo Artístico, el Círculo Mercantil y otras instituciones culturales solían ser las que se encargaban de organizar bailes de disfraces en sus salones, pero exclusivamente para sus socios. Al parecer, en 1880, la Asociación de la Prensa comenzó, también, a organizar, todos los años, el famoso Baile de la Prensa, celebrados primero en el Teatro Cervantes, continuando después, hasta finales de los años setenta en el Hotel Miramar. Así pues, los carnavales de Málaga surgieron en espacios cultos; pero con el paso del tiempo, se vio la necesidad de salir de estos salones reducidos, en busca de lugares y personajes populares. Al pasar de la alta burguesía al pueblo, surgió ese carácter festivo, crítico, popular y, a veces, libertino que lo caracterizaba, haciendo que las gentes, con sus canciones y versos satíricos, expresara libremente lo que pensaba de sus dirigentes de entonces: políticos, religiosos y militares.

Evolución de los carnavales

Las críticas contenidas en sus versos, fue la causa de que se prohibiesen en distintas épocas. Por esta causa, hemos visto cómo éstos en nuestra ciudad atravesaron varias etapas a lo largo de su historia. Durante la dictadura de Primo de Rivera se prohibieron los carnavales, incluso el uso de disfraces o el antifaz. Con la II República hubo una apertura, truncada de nuevo con la Guerra Civil. Después de ésta, Franco prohíbe las fiestas de carnavales en el territorio nacional y en todas sus manifestaciones. Pasaron más de cuarenta años, hasta que, en 1978, la Peña Los Ángeles, con su presidente Manuel Cortés Gallego, decidió recuperar estas fiestas de carnavales. Así surgieron las murgas Los Maomas sin H, después Claudio y sus senadores, y así sucesivamente. En la actualidad, el carnaval de Málaga se encuentra en un momento de gran esplendor. Continuamente salen al escenario y a la calle grupos de nueva generación, junto a los ya consagrados. El autor del cartel de este año -2014- es Fernando Ferreira, presentado en el Salón de los Espejos el 22 de noviembre de 2013. Juan Bernardo Cobos será el pregonero de estos carnavales. Dentro del programa de actividades con las que el Museo Picasso conmemora su X aniversario, el carnaval de Málaga, ha sido invitado a participar en estos actos. Juan Lebrero tomará el relevo del director de teatro Óscar Romero, y pronunciará la conferencia inaugural.

Los festejos de invierno

A principios del siglo XX, se pretendía organizar unas fiestas de invierno, en torno al Carnaval, apoyándose en el buen clima de nuestra ciudad y la calidad de los visitantes. Unas fiestas, al mismo tiempo, cultas y populares puesto que, en realidad, Málaga es una ciudad de invierno. Recordaremos, a continuación, el protagonismo que tuvo el Ayuntamiento en el auge que tuvieron estas Fiestas en la primera década del siglo XX. El proceso de consolidación de estos Festejos de Invierno fue el siguiente: en la sesión de Cabildo de diciembre de 1914 se leyó un informe del Sindicato de Iniciativa y Propaganda, en el cual explicaban tenían el propósito de celebrar festejos de invierno y, además de remitir el proyecto, querían saber si contaban con el apoyo de la Corporación, solicitando subvención para ello. Se acordó pasar este asunto, con toda urgencia, a informe de las Comisiones de Festejos y Hacienda. El 8 de enero de 1915 la Comisión de Hacienda expuso debía contribuirse ayudando al Sindicato con 10.000 pesetas, siempre y cuando dicho Sindicato recaudase las 27.000 de los suscritores y, no existiera impedimento legal. Se debatió ampliamente el tema, y un concejal adujo que «la realización de los festejos era función municipal y, que con 37.000 pesetas no podían hacerse fiestas que estuviesen en relación con la importancia de Málaga». Otro concejal se ocupó del programa de festejos, y contrariamente al anterior edil, afirmó que «con la cantidad proyectada podía llevarse a la práctica, sin perjuicio de aumentarla en los años sucesivos, puesto que todos estaban conforme en que el presente se trataba de un ensayo».

Estos testimonios reflejados en las Actas Capitulares, depositadas en el Archivo Municipal, y la publicación en La Unión Ilustrada el 3 de enero de 1915 del cartel anunciador denominado: «Grandes Fiestas Málaga. Invierno, 1914-1915» nos permiten afirmar que este fue, por tanto, el año del inicio de estas Fiestas de Invierno en nuestra ciudad.

El cartel describía las actividades: Conciertos, ópera, concurso hípico, bailes regionales, fiesta escolar, regatas, exposición de caricaturas, toros, tenis, fútbol y Gran Semana de Carnaval.

Además, en el citado Archivo tenemos constancia gráfica de folletos, programas y carteles desde el año 1919 hasta 1998 -aunque no está completa la secuencia-.

A continuación, iremos describiendo algunos programas, con el objetivo de dar una muestra de estas actividades a lo largo de los años. Así, comenzando en 1933, las fiestas fueron celebradas del 26 de febrero al 5 de marzo y, constaba de los siguientes actos: Homenaje a la mujer malagueña, certámenes de estudiantinas y orfeones, Gran Fiesta de Aviación, concurso de natación, corridas de toros y Gran Baile de Artistas en el Hotel Miramar.

Concurso hípico nacional

Dentro de estas Fiestas de Invierno -denominadas más tarde Fiestas Deportivas de Invierno-, haremos un inciso para hablar de los concursos hípicos, patrocinados por el Ayuntamiento. Desde agosto de 1922 en los Baños del Carmen contaban con un campo de fútbol, el cual permaneció hasta que el de La Rosaleda abrió sus puertas en 1941. Dicho campo y las pistas de tenis se adecuaron para celebrar en su recinto, desde 1944, las pruebas hípicas, dando acogida, por ejemplo, en 1955 al XI Concurso Hípico Nacional que, normalmente, se celebraba en febrero.

En el año 1958 se proyectó un Camping en los citados Baños del Carmen, obra del arquitecto Andrés Escassi, para 300 plazas sobre una extensión de 13.239 m2. Y, a partir de esa fecha, las pruebas hípicas se trasladaron al Campo Municipal de Deportes, al final de Ciudad Jardín. Tenemos noticias de la celebración del XXXIII Concurso Hípico Nacional de Málaga, celebrado del 24 al 30 de enero en 1977. Años después, se instaló en dicho emplazamiento un canódromo, más tarde sede del Pabellón Deportivo de Baloncesto, desapareciendo, por ello, los concursos hípicos de estas Fiestas de Invierno.

Para seguir comentando, cronológicamente, estas fiestas, nos basaremos en los programas antes mencionados. En el año 1950 las denominaban Fiestas Deportivas de Invierno constaban de: regatas, festival ciclista, tiro de pichón, campeonatos de billar, ajedrez y golf, exposición filatélica y una fiesta de la Asociación de la Prensa en el hotel Miramar.

Así fueron transcurriendo los años, modificando y ampliando estas fiestas de invierno. En el año 1951 presentaron un recital de Pepe González Marín. En 1952 el periodo cronológico abarcó del 15 de enero al 17 de febrero, incluyendo los siguientes actos: Regata Nacional, Fiesta de acoso y derribo de reses, campeonatos de golf, tenis; torneos de ajedrez, billar y ping-pong; concurso de aeromodelismo, conciertos musicales, ópera; exposición de pájaros, dibujos y acuarelas; motorismo y, finalizando con una Gran Fiesta de Trajes de la Asociación de la Prensa. En 1959 se celebró en nuestra ciudad el XXIV torneo semifinal de campeonatos de ajedrez. Al parecer, las mencionadas fiestas continuaron, con raras excepciones, hasta el año 1977. Así, aparecen documentadas en los programas y carteles. Después, hubo un intento de continuidad el año 1989. Veamos las actividades según el programa: zarzuelas, ópera, teatro, danza, conciertos, Fiestas de Carnaval, conferencias de variada temática, campeonatos de vela, ciclismo, pesca, aeromodelismo, piragüismo y golf.

El último intento de restaurar estas Fiestas de Invierno data del año 1998, con un contenido actual y renovado. Para ello, el Ayuntamiento, en esta ocasión, contó con la colaboración de la Diputación y la Universidad para organizarlas, durante los meses de enero, febrero y marzo. Además de los deportes y concursos habituales, estaba integrado por:

El XV Festival de Teatro de Málaga, Cursos de invierno sobre temas jurídicos, sociales, médicos, económicos e históricos, Carnaval y la VIII Semana Internacional de Cine Fantástico.

Muchos han sido los cambios y no menos las influencias que, con su complejidad, las han enriquecidos. Junto con periodos de verdadera decadencia, resurgió, como hemos visto de manera progresiva y ascendente en 1998, sin que sepamos, hasta ahora haya habido continuidad. Sin embargo, contamos con los testimonios documentales y gráficos, los cuales nos permiten revivir este periodo de la historia de nuestra ciudad que, en ocasiones, alcanzó una gran brillantez.