El Ayuntamiento de Málaga celebrará, finalmente, el próximo 5 de febrero el pleno extraordinario solicitado por los grupos de la oposición, PSOE e IU, para debatir el controvertido sistema tarifario de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa).

Así lo ha comunicado este martes a los periodistas el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tras poner sobre la mesa este pasado lunes en la junta de portavoces dos posibles días: el miércoles 5 y el viernes 7.

En esta sesión extraordinaria, de una duración estimada de hora y media, podrán participar también los colectivos sociales que lo soliciten, aunque ajustándose al tiempo, que, tal y como ha precisado el alcalde, es limitado.

Pese a su reticencia inicial a convocar este pleno monográfico, el primer edil malagueño se ha mostrado este martes "encantado" de que "haya ocasión de hablar y de profundizar en un tema en el que estamos seguros de que hacemos algo positivo para la ciudad y para los ciudadanos de Málaga".

De todos modos, tras aceptar la convocatoria del pleno, De la Torre ya dijo que consideraba como mejor opción que tuviera lugar el mismo día de la sesión ordinaria de enero, que se celebrará este jueves. No obstante, apuntó que si PSOE e IU se oponían a ello, "no quiero que nadie diga que queremos tapar este asunto".

El nuevo sistema tarifario del agua estará presente de todos modos en el pleno ordinario del jueves, ya que el equipo de gobierno del PP llevará una moción para aplicar una bonificación que compense la subida de la factura del agua que puedan experimentar los clientes de Emasa que vivan solos o en pareja y que, a pesar de consumir conforme a la media local o por debajo de la misma, estén pagando más.

Sistema "justo" o "tarifazo" Mientras que el equipo de gobierno defiende que el nuevo sistema de facturación, que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, es "más justo", en tanto que "antes familias con pocos ingresos y muchos miembros -a partir de tres- estaban financiando el agua de otras que tuvieran más renta y menos componentes", PSOE e IU califican la medida de "tarifazo". Consideran que se trata de "una subida encubierta" y demandan, por tanto, su paralización.

De hecho, los grupos de la oposición ya anunciaron el inicio de un calendario de movilizaciones para exigir la paralización de las nuevas facturas, para lo que cuentan con el apoyo de sindicatos y varias asociaciones de consumidores y vecinos.