La nueva tarifa de Emasa por el consumo del agua no era el tema central del pleno municipal celebrado ayer, pero se convirtió en la gran protagonista del día. Performances, una manifestación en los alrededores de la sede del Ayuntamiento en el Parque, consignas coreadas y representantes de dos docenas de colectivos convirtieron el pleno en una motivo de protesta por un sistema de tarifas que consideran que encubre una subida de la factura del agua.

Desde las 9.30 horas ya había colas en el Ayuntamiento de Málaga para acreditarse y entrar al pleno, donde representantes de asociaciones de vecinos, mayores, familias numerosas, consumidores y sindicatos iban a intervenir para exponer su opinión sobre las nuevas tarifas. La mayoría contraria, aunque había voces a favor del sistema, como los consumidores y las familias numerosas.

Sin embargo, antes del pleno, se escuchaban sobre todo las opiniones en contra: «Alcalde canalla, tira la toalla», «Esto no es crisis es un saqueo», «Basta de robar Partido Popular» o «Dimisión De la Torre», fueron algunas de las consignas que se coreaban en la puerta del Ayuntamiento, a la espera del inicio de la sesión plenaria. El elemento común eran los barreños, que mucha gente portaba para hacer ruido y como una referencia a la prueba del alcalde en la que, con un barreño, calculó que gastaba 11 litros en una ducha.

La protesta subió de tono con una performance en la que se recreaba una ducha, a cargo de un joven con un albornoz amarillo y un gorro de natación de color naranja, que llevaba una alcachofa de ducha en una mano y un barreño a los pies. La escena la completaba una pancarta con el expresivo mensaje: «Paco, si solo gastas 11 litros de agua pa ducharte, ponte también un sueldo de 600 euros pa tirá palante».

Las críticas se sucedían entre los varios centenares de personas que se concentraron en las puertas del Ayuntamiento, donde los testimonios atestiguaban facturas que se han duplicado y una larga serie de circunstancias que perjudicaba el balance final.

El pleno, sin embargo, tuvo otro tono. Cada asociación tenía un minuto para expresarse, salvo las de consumidores que tenían tres por haber participado en redactar la ordenanza. La mayoría se mostró en contra de las nuevas tarifas, uno, incluso, aseguró que era fontanero, que conocía cómo funcionaban las duchas y que era imposible ducharse con 11 litros.

Pero no todo fueron críticas. El equipo de gobierno contó con voces favorables a las nuevas tarifas. La UCE destacó que el sistema de cobro por habitante es más justo que por metro cuadrado. Mientras tanto, la Asociación de Familias Numerosas, defendía que ahora se trata por igual a todos los ciudadanos.