No sólo ha sido un valioso portapaz de plata del siglo XVII lo que ha desaparecido de las dependencias de la Catedral de Málaga, como informa en su edición de hoy La Opinión de MálagaLa Opinión de Málaga. El Primer Templo de la diócesis es víctima, desde hace meses, de robos continuados de distintas piezas dieciochescas y decimonónicas, de gran valor histórico y artístico. A los ladrones les ha dado por la Catedral y como ha confirmado el propio Obispado en un comunicado, tras la noticia publicada por este periódico, se ha producido las sustracciones de un cáliz, varios portapaces, portaviáticos y unas vinajeras.

El pasado 30 de enero, el deán de la Catedral, Alfonso Fernández-Casamayor, así como el delegado de Patrimonio de la diócesis, Francisco Aranda Otero, denunciaron estos robos a la policía, por encargo de la Comisión Permanente del Cabildo Catedralicio, iniciándose una investigación.

Los canónigos se encargan en estos días de hacer inventario para comprobar si han desaparecido más objetos.

En el caso del primer portapaz desaparecido, del siglo XVII, se encontraba en la Sala Capitular, que no está abierta al público y a la que se accede a través de la capilla de los Caídos, la primera de la nave de la epístola, bajo la torre sin terminar. Sin embargo, no hay señales de que se hubiera forzado ninguna puerta. Todo esto hace sospechar que el presunto autor del robo tiene un conocimiento notable de las dependencias de la Catedral.