­Emasa estará en disposición de aumentar los litros de agua bonificados en el caso de que la empresa suba sus ingresos previstos, cosa que sólo podrá ocurrir si sube el consumo, lo que choca contra lo que persigue el nuevo sistema tarifario instaurado por la sociedad, que busca rebajar el agua que usan aquellos ciudadanos que gastan por encima del llamado consumo responsable.

El alcalde, Francisco de la Torre, matizó ayer algo más sus declaraciones del día anterior en el pleno, cuando anunció su disposición a subir los litros que se bonifican y poner el tope en 120 o 125 litros por persona y día, «si las cuentas de Emasa lo permiten».

De la Torre añadió que con el nuevo sistema se prevén menos ingresos, ya que se estimula el ahorro de agua en las familias de uno o dos miembros, «pero si no hubiera esa respuesta en el ahorro que hemos calculado y no se ahorrara tanto, nuestra cuentas serían diferentes y en vez de un descenso habría un incremento. Ese incremento es el que nosotros comprometemos» para aumentar las bonificaciones.

«Tratamos de ampliar, si podemos, ese nivel de los 116 litros, de manera que en vez de ser 3.500 litros, puedan ser 3.600 o 3.800 litros, con lo cual facilitamos el quedarse en el nivel o tramo más bajo, aunque sin pasarse de él, pues lo que estimulamos es el ahorro», explicó el regidor. Será a mediados de año cuando Emasa estará en disposición de analizar sus cuentas y ver si puede destinar más dinero o no a bonificar el consumo de aguas. «Lo estudiaremos a mitad de julio porque contaremos con tres recibos bimensuales de todos los contadores y tendremos una perspectiva de seis meses que nos permitirá ver la tendencia de consumo de aquellos que pudieran hacer una reducción del mismo y de ahí podremos sacar algunas conclusiones». Aunque siempre, concluyó el alcalde, con la prudencia de que habrá que ver el segundo semestre.