Montar un negocio por cuenta propia es una de las decisiones por los que muchos apuestan en estos momentos. No se trata de la panacea y la incertidumbre de saber si saldrá bien está ahí, pero el panorama actual invita a una parte de la sociedad a intentarlo y reengancharse así al mercado laboral.

La subida de impuestos, pagar el autónomo, los alquileres y gastos adicionales engrosan las facturas y a final de mes los beneficios son escasos para gran parte de los que se embarcan en la aventura de emprender.

Ninguno de los entrevistados para este reportaje llega a ser mileurista. Aquellos que con suerte cuentan con algunos meses fuertes sí ven sus ingresos con tres ceros en épocas puntuales. Sea como sea, el día a día se convierte en una auténtica jornada maratoniana, con más de nueve, diez e incluso doce horas al pie del cañón. El descanso se reduce a lo mínimo posible para no perder ninguna venta o cliente y aun así, a muchos las cuentas no les salen.

Los datos más recientes revelan que Málaga cerró enero de 2014 con 96.664 autónomos, según indica la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Si se compara la cifra de diciembre de 2012 con respecto a la de 2013 se puede observar que el número de afiliados creció un 18 por ciento, el porcentaje más bajo con respecto al resto de provincias de la comunidad, pero en términos absolutos ninguna le supera.

El presidente regional de ATA, Rafael Amor, afirma que a raíz de la crisis muchos se han hecho autónomos de manera obligada. Las circunstancias mandan y cualquier solución es buena antes de estar parado. Las facultades aún están llenas de personas que sólo tienen en mente ser asalariados o funcionarios, pero el germen de emprender comienza a estar latente. El ingenio se agudiza y los negocios actuales vienen respaldados por ideas originales y planes de empresa bien organizados, según indica Rafael Amor. Ante esta nueva oleada de emprendedores los autónomos más tradicionales se ven en la tesitura de reciclarse para no quedarse atrás y todo ello da pie a un mercado cada vez más fuerte en la región. «La solución de la crisis pasa por los autónomos», sentencia. Una afirmación que respalda con los 59.000 empleos que ha generado el sector en Andalucía desde enero de 2011 a septiembre de 2013. Además, la región cerró el ejercicio pasado como líder en crecimiento autónomo neto, un 2,4 por ciento de media, frente al uno por ciento del resto de la nación. «Se empieza a ver otra realidad y si analizamos los datos, desde mayo de 2008 es la primera vez que tenemos un crecimiento positivo», incide.

A pesar de estas cifras que invitan al optimismo, todavía queda mucho para hacer. Las ayudas a emprendedores jóvenes son una realidad. Las incubadoras de empresas apoyan gran parte de las ideas que presentan. Orientan, trazan un plan de viabilidad e incluso ofrecen una pequeña aportación económica y sede física. Se trata del primer impulso, pero «emprender no tiene edad». Para ello, la Asociación de Trabajadores Autónomos propone más medidas que ayuden a emprender a todos los estratos de la sociedad, que se facilite la financiación, se trabaje contra la competencia desleal y se cumpla la Ley de Morosidad.

«En el último barómetro de opinión se detecta que hay un tercio de emprendedores que ya mejoran y salen de la crisis, otro tercio se mantienen, pero también otro tercio que lo está pasando muy mal», sentencia el presidente de la asociación.