El colegio San Patricio mantendrá el concierto educativo después de que la comisión de conciliación, reunida esta mañana, haya firmado un acta en el que la administración educativa se compromete a acatar las resoluciones adoptadas por la Fiscalía, que ya había archivado la causa. La Delegación Territorial de Educación había amenazado al centro, de la Fundación Diocesana de Enseñanza, con retirar el concierto ya que, a su juicio, no había acatado las recomendaciones dictadas para atender a un niño de siete años de edad, que se siente niña, y cuya familia quería que fuera tratado como tal. De hecho, los padres del menor decidieron finalmente escolarizar a su hijo en otro colegio después de la reciente Semana Blanca. No le retira el concierto, pero lo "apercibe", por lo que "en caso de que persista en su postura -de uso obligatorio del uniforme escolar- podrán iniciarse los trámites para la retirada del concierto educativo".

La Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Málaga ha apercibido al colegio "por imponer la uniformidad obligatoria". No obstante, la comisión ha establecido que, pese a tratarse de un centro docente sostenido con fondos públicos, su Reglamento de Organización y Funcionamiento recoge dicha obligatoriedad con carácter general.

Del mismo modo, la Junta ha recordado que la legislación vigente "especifica taxativamente que los centros no pueden exigir contraprestaciones, cargas o gastos económicos para las familias sin contar con la voluntad de éstas, aspecto contemplado en los términos contractuales de los conciertos educativos".

"En todo caso, se debe poner en conocimiento de la comunidad educativa el acuerdo alcanzado por los consejos escolares, pero en modo alguno se puede exigir su cumplimiento obligatorio, por lo que serán las familias, voluntariamente, las que, tras conocer el acuerdo, obrarán como consideren oportuno", ha incidido la Junta en un comunicado.

Ante esta situación, tal y como ha detallado el Gobierno regional, el colegio San Patricio "ha aceptado retirar la obligatoriedad de la uniformidad". "No obstante, en el caso de que el centro reincidiera en mantener dicha medida, la Junta de Andalucía iniciaría las actuaciones para proceder a la retirada del concierto educativo", ha aclarado el Ejecutivo andaluz.

Por otra parte, el Gobierno regional ha instado al centro a que, "además del respeto a la libertad de uso del uniforme, se garantice al máximo la convivencia aceptando la identidad sexual del alumnado en la actividad interna del colegio".

La versión del Obispado Fuentes de la Fundación informaron de que la Junta ni siquiera había llegado a abrir el expediente para retirar la subvención para que este colegio de Huelin dejara de ser concertado, a pesar de que durante todo este tiempo la Junta había manifestado que estaba estudiando el caso.

Educación, en su momento, había dado una serie de instrucciones entre las que se encontraban que el menor pudiera acudir a clase con el uniforme femenino, usar los baños de las niñas o aparecer en la documentación interna del centro según su identidad de género. Por su parte, el colegio, que asegura que siempre dispensó un trato "exquisito" a su menor y su familia, se negaba a que el niño fuera con falda, le llamaba con un nombre neutro y le permitía usar los servicios de discapacitados.

La reunión de esta mañana parece cerrar un capítulo de esta polémica, aunque el abogado de la familia del menor ha anunciado que estudian iniciar acciones legales contra el colegio, pese al archivo de la investigación iniciada por la Fiscalía.