Quien mucho abarca, poco aprieta. El refrán adquiere una dimensión cofrade en el entorno de la parroquia del Buen Pastor. La cofradía de la Crucifixión ha aparcado, de momento, la realización del proyecto del grupo escultórico del Cristo hasta completar su casa hermandad, una sede inaugurada la pasada Cuaresma y en la que, según admite el hermano mayor de la corporación, José Antonio Martín Arrebola, «quedan muchas cosas por hacer todavía».

Por este motivo, la junta de gobierno de esta cofradía del Lunes Santo ha optado por terminar de equipar su nueva sede, «ya que aún está vacía». «Tenemos que tener los pies en el suelo y la cabeza encima de los hombros. Para qué abarcar más de lo que podemos. Además, como yo siempre digo, las cofradías tenemos todo el tiempo del mundo», añade el hermano mayor.

La hermandad, por tanto, pretende además equilibrar sus cuentas. Y no descarta incluso acometer los arbotantes del trono de la Virgen antes que encargar el misterio. En todo caso, Martín Arrebola precisa que la cofradía mantiene contactos con Elías Rodríguez Picón, el escultor onubense que realizó en 2009 la maqueta en barro, «y no tiene ninguna duda de que cuando llegue el momento y la corporación tenga posibilidades, será este autor el encargado de realizar el grupo escultórico», añade el hermano mayor, que recuerda que es el proyecto aprobado en su día por el cabildo.

Rodríguez Picón, imaginero del grupo del Señor de la Humildad, propone el momento en el que la guardia romana se juega sus vestiduras a los dados, mientras Dimas y Gestas, los dos ladrones, son conducidos a la cima del Calvario. Estará compuesto por dos centuriones y dos legionarios romanos (uno, apoyado en el stipes de la cruz del Cristo, descansando tras elevar el madero, mientras que el resto se sortea la túnica en el frontal. Además, aparecerán la imagen del Buen Ladrón, maniatado, del Mal Ladrón, soportando el peso del patíbulo y un sayón con un flagelo, que le azota. El Cristo mantendría una posición central en el misterio.