­La decisión de la Audiencia Provincial de Málaga de declarar nula una cláusula suelo y ordenar al banco que devuelva más de 8.000 euros al cliente hará que las 3.000 demandas que hay en los juzgados malagueños por este motivo se multipliquen por tres o por cuatro en las próximas semanas. Ésta es, al menos, la previsión de la Asociación de Usuarios de Bancos (Ausbanc) y el Instituto Andaluz de Estudios Financieros tras conocer ayer que la Sección Sexta había fijado un criterio para los jueces de Primera Instancia y de lo Mercantil sobre la devolución de lo cobrado de forma retroactiva, discrepando así de lo que opina la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo.

El Supremo declaró en mayo pasado abusivas las cláusulas suelo respecto de tres entidades bancarias, es decir, por una demanda colectiva en una serie de casos concretos. Ello quiere decir que esos clientes no debían seguir pagando los intereses marcados en la cláusula, pero el Supremo no se atrevió a ordenar la devolución de lo pagado hasta esa decisión con carácter retroactivo dada la mala situación financiera de cajas y bancos y el agujero que ello podía suponer en el orden económico nacional. Ante eso, los jueces españoles, los primeros en ver estas demandas, solían declarar la nulidad pero discrepaban sobre la devolución retroactiva, y lo mismo ocurría entre audiencias provinciales.

La Sección Sexta de la Audiencia de Málaga se reunió anteayer para deliberar sobre un caso concreto y declaró nula la cláusula y la devolución de más de 8.000 euros pagados por el cliente, un criterio que no tienen por qué seguir los jueces malagueños, pese a que lo habitual es que lo hagan. El Supremo aún tiene que dictaminar al respecto en un caso concreto.

Alfredo Martínez, responsable de Ausbanc en Málaga, ve «extraordinariamente positiva» la decisión de la Audiencia, que, por cierto, confirma lo fallado por Mercantil 2 de Málaga en una demanda iniciada por ellos. «Es un posicionamiento correcto pero valiente», precisa.

Martínez estima que, además de las razones jurídicas hay algunas de índole práctica: «Es un mensaje a los bancos diciéndoles quítalas ya, quita las cláusulas», porque, en su opinión, está claro que los que lleguen a la Audiencia Provincial de Málaga son procesos que las entidades financieras ya han perdido. Los cinco magistrados de la Sala, que se reunieron para deliberar y fijar criterio sobre esta controversia jurídica han pedido así que no se saturen los juzgados, según la interpretación de Martínez. «Los bancos saben que van a perder todos los pleitos».

De los 80.000 contratos hipotecarios con cláusulas suelo, hay 3.000 afectados que llevaron su caso a los tribunales. Pocos, por ahora. «Con la decisión de la Audiencia Provincial, los multiplicaremos por tres o cuatro, llegando tal vez a 12.000 demandas, una cantidad baja que supone en torno al 14 o 15% de los afectados», dice.

Aclara que hay que tener cuidado con los acuerdos «a los que van a tratar de llegar, desde hoy mismo, los bancos. Van a poner en marcha su maquinaria para llegar a pactos más favorables aprovechando la incertidumbre judicial de sí o no, dado que la sentencia es provisional: van a proponer acuerdos peores».

Es decir, quitar la cláusula, por ejemplo, y ofrecer 300 euros, cuando la devolución media de lo abonado oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros, según Ausbanc, que aconseja acudir a la entidad primero para pedir la retirada de este factor contractual y, si no, irse directamente a un abogado y presentar una demanda.

Ángel Yagüe, responsable provincial del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, cree que la decisión de la Audiencia es positiva, y asegura que ya no se puede argumentar que la devolución de lo percibido con carácter retroactivo daña el orden económico nacional como ocurría en 2013 con una gran parte de los bancos rescatados y la tasa de morosidad escalando su particular Himalaya.

«El demandado está en una posición más fuerte que hace un año». Yagüe vaticina la emisión de «miles de sentencias» por este asunto, aunque recuerda que las tasas son aún un impedimento.

«La sentencia es histórica y contradice al Supremo. Esa rebeldía en las salas judiciales no es muy común», precisa. Asegura que hay gente que no sabe de la existencia de cláusulas en sus hipotecas.