Un nuevo golpe a la guerra santa vuelve a alcanzar a Málaga, ciudad y provincia que acumulan al menos una veintena de arrestados de este perfil en la última década. Un nuevo golpe a una célula internacional, «la más activa e importante de España» para el Ministerio del Interior, que se dedicaba a captar y enviar de yihadistas para su integración en organizaciones terroristas asentadas en Mali, Libia y Siria. Hay siete detenidos. Tres en Larui (Marruecos), tres en Melilla y uno en la barriada malagueña de Las Delicias. El más destacado para los investigadores es Mustafá Maya Amaya, un español y vecino de Melilla acusado de escoger personalmente a través de internet a voluntarios que surten organizaciones de la órbita de Al Qaeda como Jabhat Al Nusra (JN), Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y, sobre todo, Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL). Las autoridades marroquíes cifran en decenas de combatientes los que fueron enviados a Siria por esta red.

Sin embargo, el arresto más sonado en la Costa del Sol es el de Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, El Tunecino, un viejo conocido de los investigadores al que consideran el encargado de la falsificación documental a nivel internacional de la organización. Jalel, como lo conocen en el barrio en el que tiene dos populares negocios de comida rápida, ya fue detenido en febrero de 2006 por pertenencia a organización terrorista y falsificación de documentos. Fue un 24 de febrero, un día después de que llegara de Francia y en el marco de una operación que se denominó «La Unión» por la mezquita de la calle malagueña.

La policía sumó entonces nueve detenciones tras detectar un grupo de marcado radicalismo islamista que supuestamente captaba terroristas en Málaga y Sevilla. Entre ellos estaba El tunecino y el iraquí Hiyg Mohalab Maan, alias Abu Sufian, el presunto líder de la red a quien se le atribuyó un encuentro con el mismísimo jefe operativo de Al Qaeda en Irak, el fallecido en combate Abu Musab Al Zarqawi, y para cuya organización reclutaba mártires.

En aquella ocasión, la policía le intervino en los registros a Chafik Jale varios documentos falsos y una imprentilla con la que, según dijo El Tunecino, imprimía facturas en los tres restaurantes que regentaba entonces. En el juicio por aquella causa aseguró que conocía a Abu Sufian porque éste iba a su tetería de entonces, pero que no trataba con él ni acudía a la mezquita de La Unión a pesar de ser muy religioso. En su alegato final se declaró como un pacifista.

Según informó ayer el Ministerio del Interior, la operación se inició en 2010 bajo la supervisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien dio el impulso definitivo al caso cuando se detectó en el domicilio de Maya Amaya a varios yihadistas venidos de Francia a los que había seleccionado previamente y a quienes iba a preparar para su marcha a Siria de forma inminente. Los ciudadanos franceses son Paul Cadic y Farik Cheikh, mientras que la policía de Marruecos detuvo de forma simultánea a Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz. En total, la intervención sumó cuatro registros en Melilla y Málaga en los que se ha intervenido material informático y numerosa documentación. Con toda la información obtenida, Interior prevé la emisión de diferentes órdenes internacionales de detención contra otros miembros de la red ubicados en terceros países que continúan sus actividades delictivas.