Medio centenar de inmigrantes de origen subsahariano y sirio han desembarcado esta mañana al puerto de Málaga procedentes de Melilla para aliviar la situación límite que vive el Centro de Estancia Temporal (CETI), que actualmente cuatriplica su capacidad idónea de 500 plazas. Los inmigrantes, de Guinea Bissau y Guinea Conakri, zarparon ayer en el Melillero desde la Ciudad Autónoma y han llegado a la capital sobre las 8.00 horas de la mañana, donde han sido atendidos por Cruz Roja. Según fuentes de la ONG, una parte del grupo, los 33 inmigrantes subsaharianos han recibido una sesión informativa en la que han recibido atención sanitaria y alimentaria para posteriormente, sobre las 10.00 horas, ser enviados a los CETI de Puente Genil (Córdoba) y Baena (Córdoba) en sendos autobuses. El resto, 15 sirios, permanecen en la sede de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de la capital malagueña.

Según informaron ayer fuentes policiales, este traslado forma parte de la programación habitual que se realiza prácticamente de manera semanal, por lo que no supone una medida excepcional debido a la situación del CETI. La remisión a la península de un mayor número de inmigrantes, cuya cifra no se ha hecho pública, se debe producir en los próximos días, aunque todo dependerá de que se completen los protocolos necesarios y de los espacios disponibles en los centros de acogida y en los CIE. La salida desde Melilla de inmigrantes requiere, por un lado, un control sanitario, así como contar con un registro policial, trámites en los que se está trabajando para conseguir enviar a la península en el menor plazo posible a personas acogidas en el CETI.

Ésta es una de las prioridades, según las fuentes, junto con la de contener nuevas entradas masivas, la última de ellas registrada el pasado martes cuando entraron a la ciudad unos 500 subsaharianos.