­Camisas hawaianas, pantalones Levis, chaquetas militares con el nombre del propio soldado que la llevó, jerseys ochenteros y así hasta 2.500 referencias diferentes. El sábado se inauguró en Málaga Flamingos Vintage Kilo, una tienda llena de color y todo tipo de prendas que ofrece la opción de comprar ropa de segunda mano al peso.

El promotor de esta idea es Javier Villanueva, un joven de 29 años que nació en Ronda pero ha pasado toda su vida en Barcelona, lugar que le ha visto crecer y donde nació esta franquicia. Su interés por la moda y fotografía le han hecho traer este concepto, hasta ahora desconocido en la Costa del Sol, a Málaga, ciudad en la que quiere asentarse y confía en que acoja con los brazos abiertos su nuevo negocio.

Situado en el número 27 de la calle Ollerías, con la bandera americana pintada en el techo y personajes como Jimmy Hendrix, Marlon Brando o Audrey Hepburn en las paredes verde mint el sistema de peso de esta tienda trabaja con tres pesos. El kilo a 13, 24 o 39 kilos. La mayoría de las prendas que tiene la tienda está a 24 euros. Aquellas que tienen más años o son más exclusivas cuestan 39 euros el kilo. La ropa de invierno pesa más por norma general y suele estar a 13 euros, explica Javier, que ha trabajado a destajo los últimos días para tener todo listo.

Camisas lejiadas, short cortos o largos estampados, chaquetas brocadas, camisas navaja, con pedrería, cientos de vaqueros, petos e incluso algunos accesorios como bolsos o pañuelos también se pueden encontrar en esta tienda en la que se pueden encontrar auténticas joyas o al menos, con tiempo y paciencia, cosas originales.

La ropa está colgada por tipo de prenda porque las tallas son variadas y vienen embaladas de EEUU. Acercarse a la tienda sin mirar el reloj es la mejor opción para encontrar algo de provecho. La exclusividad de la prenda, al menos en Málaga, está asegurada ya que no existen dos modelos iguales a la venta.

La ropa vaquero supone un pilar importante en este local en el que el ochenta por ciento de sus vaqueros son Levis y Lee y además, de una calidad superior a los de ahora ya que pueden tener hasta 40 años.

Javier, que tenía claro que debía estar en el Centro, ha tardado cuatro días en encontrar el local ideal. Se ha pateado los rastrillos para conseguir una decoración acorde con el estilo de la tienda y todavía se asombra del precio de todo el mobiliario. «Esto en Barcelona es impensable», detalla.

Para la inauguración, el pasado sábado, contó con el apoyo de otros locales de Málaga, que ofrecieron cortes de pelo gratuitos de la mano de Surbarbers y La barbería de Málaga y el comando Jägermeister se pasó por la cita. La cerveza gratis no faltó. Ahora toca recoger todo... y a vender.