­El Hoyo del Bote, en Istán, fue escenario de algunas batallas históricas y según cuenta la leyenda el casi milenario castaño que perdura en la zona, fue el lugar exacto donde se ofició una misa antes de que los cristianos atacaran a los moriscos de la serranía, ataque del cual salieron vencedores en el siglo XVII. De ahí, su apodo y reconocimiento a través de los años como el «castaño santo».

Con más de 800 años y 21 metros de altura se trata de uno de los ejemplares de árboles más deslumbrantes que habitan en la provincia. Un lugar donde se pueden encontrar unas 50 especies notables repartidas por toda su geografía.

El clima o la demografía son características que inciden directamente en la diversidad que ofrece el territorio y Málaga presume de tener una variedad amplia gracias a sus especies autóctonas entre los que se pueden destacar los pinsapos, encinas o alcornoques; especies plantadas pero naturalizadas con el tiempo, como es el caso del castaño; o ejemplares exóticos entre los que se diferencian el aguacate, eucaliptos o ficus. Cuestiones que han facilitado la inserción y crecimiento de un sinfín de árboles con cientos de años de historia y, muchos de ellos, protagonistas de leyendas históricas.

Pero la provincia cuenta con varias especies y ejemplares que superan sin obstáculo alguno los 300 años. El alcornoque del Genal, en el Puente de Genal, (Genalguacil) es otro de los «abuelos» de la naturaleza que con 700 años ofrece una sombra de 190 metros cuadrados. Se trata de una especie común en los montes de Málaga e incluso en la zona limítrofe con Cádiz, pero éste en cuestión es uno de los más antiguos.

El olmo viejo de El Retiro tiene unos 400 años y visitarlo es una operación prácticamente imposible ya que está situado en una propiedad privada en la finca El Retiro de Churriana. Según explicó el biólogo y uno de los autores del libro «Árboles de Málaga», Arturo Fernández, la ciudad cuenta con pocos olmos y éste está bien conservado.

Los olivos son otras de las especies comunes en la zona y algunos de ellos superan los 500 años. Repartidos por gran parte de la provincia el aspecto que aguardan no es el que tendría si se dejaran crecer, sin más. Su continuo cuidado para la cosecha de aceitunas no permite que alcancen hasta los posible 20 metros de altura.

Los años no son la seña más características de otros muchos árboles pero la historia que les envuelve les convierte en dignos de conocer. El árbol del amor de Pedregalejo es uno de ellos. Son muchas las historias que deambulan detrás de esta especie, que también se puede observar por la avenida de Andalucía.

Apodado así por sus hojas en forma de corazón, también se le conoce como el árbol de Judea que derivó al nombre de árbol de Judas, tras apresuradas traducciones. La leyenda cuenta que fue en uno de ellos donde se ahorcó el apóstol.

A 1.700 metros de altitud en la Sierra de las Nieves habitan cientos de quejigos, algunos de ellos alcanzan hasta los 300 años de edad y la historia narra que los arrieros se subían a ellos para cargar nieve para vender y refrigerar los alimentos. De ahí, el nombre de llamar a la zona la Sierra de la Nieve que se ha pluralizado con el paso del tiempo.

El ahuehuete es otra de las especies que inunda el parque de Málaga y pesar de no tener mucho más de cien años, proceden de México, en concreto, de la familia del ejemplar donde Hernán Cortés pasó la Noche Triste, jornada en la que fue derrotado por el ejército mexicano cuando intentaban conquistar la ciudad.

Las guachintonias de la Aduana también aguardan algunos hechos históricos, según informo uno de los miembros de la asociación amigos del jardín botánico de La Concepción y autores del libro «Árboles de Málaga», Ernesto Fernández. Y es que el gobernador civil de la época de la dictadura de Primo de Rivera mandó cortar alguna de las recién plantadas para divisar mejor la llegada de manifestantes.

Entre la variedad de la provincia en la hacienda de La Concepción se encuentra el árbol más alto que hay en la provincia y ronda los cincuenta metros de altura. La araucaria -nombre procedente de la región chilena de Arauco- está en la ciudad desde hace unos 150 años. La finca acoge una gran arboleda de este tipo aunque en la finca de La Cónsula también existe otro gran ejemplar. Un paseo por la naturaleza más «notable» de la provincia malagueña.

Araucarias de la Finca de la Concepción

Se trata de la especie más alta que habita en la provincia con cincuentra metros de altura.

Por la carretera de las Pedrizas, al salir de Málaga, se divisa una hermosa arboleda de este ejemplar.

Ahuehetes del Parque de Málaga

Proceden de México, lugar donde hay un ejemplar con 4.000 años y pertenece a la familia de uno de los ejemplares donde Hernán Cortés pasó la Noche Triste.

En el parque de Málaga.

Castaño santo, en el Hoyo del Bote (Istán)

El ejemplar más antiguo de la provincia con 800 años. Su tronco tiene un perímetro de 14,5 metros.

En la cuenca del río Hoyo del Bote, al noroeste del embalse de La Concepción.

Tejo de la Sierra de las Nieves

Esta especie puede medir 5,5 metros y a 1.600 metros de altura habitan cientos de ellos.

Existen varios puntos donde se pueden encontrar ejemplares llamativos. En Sierra Tejera hay algunos.

Encina del municipio de Parauta

La encina es uno de los árboles comunes de Málaga pero éste es un gran ejemplar, justo encima de las casas del lugar.

Un poco antes de llegar a la localidad desde la carretera de Ronda, en un paraje cercado.

Quejigo de la Sierra de las Nieves

En la dehesa hay cientos de ejemplares, algunos con 300 años. Se sospecha que se podaron para hacer carbón con las ramas.

En la parte alta de de la sierra, a unos 1.700 metros de altitud, cerca del pilar de Tolox.

Olmo viejo de El Retiro en Churriana

Con un tronco de cinco metros, este ejemplar tiene unos 400 años y una altura de 14 metros. Está en un propiedad privada.

Delante de una de las entradas al patio central de la antigua casa de la finca de El Retiro.

Alcornoque del Genal (Genalguacil)

Uno de los «abuelos» de la provincia con 700 años de vida y una altura de 20 años. Tiene una sombra de 190 m2

En la carretera de Estepona a Genalguacil, al pasar sobre el puente del río Genal.

Árbol del amor de Pedregalejo

No tiene ni 40 años pero la forma de sus hojas -de corazón- le dotan de una belleza singular. Florece entre febrero y marzo. Según cuenta la leyenda, también es conocido por ser el árbol en el que Judas se ahorcó.

En la avenida Juan Sebastián Elcano en Pedregalejo. La avenida de Andalucía también cuenta con varios ejemplares.

El olivo, una especie centenaria

Algunos de ellos con más de 300 e incluso años, el olivo es una de las especies más repartidas.

Situado en la finca breñas Rojas (Algacotín) junto al puente sobre el río Genal (carretera de Jubrique a Algacotín).

Las guachintonias de la Aduana

A principios del siglo XX se plantaron los primeros ejemplares pero un tercio fueron eliminados por tapar visibilidad al gobernador civil de la época. Ahora miden unos 25 metros.

Enfrente de la antigua Aduana.

La Alameda, el primer jardín público de la ciudad

Con la Ilustración y la Revolución Industrial se planteó crear el primer jardín público que impulsó a finales del siglo XVIII Teodoro Reding.

Es uno de los lugares que aglutina más ficus en la actualidad con una quincena bastante grande.

Pinsapo de las Escaleretas en la Sierra de las Nieves

Con 200 años de vida este ejemplar es uno de los más antiguos. Es un monumento natural.

A unos 1.100 metros de altitud en la Sierra de las Nieves donde hay una población endémica.

Ficus en los Jardines de Picasso

La especie de ficus que sobresale en este lugar es la más espectacular con 120 años y un perímetro de 16 metros (más 6 metros de raíz independizada).

En los Jardines de Picasso en la avenida de Andalucía.