Paco Fadón se fue con la pechera llena de insignias, medallas, premios, reconocimientos a toda una vida de dedicada al periodismo y a su ciudad adoptiva, Málaga. Pero se fue también con el cariño de una ciudad a la que quiso y tanto ofreció y con el respeto de sus compañeros de profesión, que reconocen el largo y fructífero recorrido periodístico y social de Paco Fadón en Málaga.

El periodista zamorano falleció ayer a los 81 años de edad en su domicilio y hoy se celebrará una misa a las 17.30 horas en Parcemasa.

Fadón era de esos periodistas que hoy son difíciles de encontrar por su versatilidad, su humanismo y su profesionalidad, además de por su completa formación y conocimiento de todos los temas que abordaba.

Francisco Fadón, Paco, empezó su vida profesional en 1953, como locutor en La Voz de Valladolid y en 1967 funda Radio Popular en esa misma ciudad, donde ejerció tareas de jefe de programación y retransmitió acontecimientos que luego marcaron su larga carrera profesional: partidos de fútbol, corridas de toros, fiestas y celebraciones de España (Sanfermines, Fallas, Feria de Sevilla, etc.) y, por supuesto, la Semana Santa. Retransmisiones que le sirvieron para ser reconocido en toda España.

En 1969 es nombrado director de Radio Popular (hoy COPE) en Málaga, ciudad a donde se traslada para residir definitivamente con su familia. Tras más de 20 años de éxito en las ondas, dio el salto a la prensa para dirigir La Gaceta de Málaga, colaborar en el Diario Málaga Costa del Sol o la gerencia de Diario 16 Málaga. Pero Paco fue mucho más que un periodista, pues su implicación en la sociedad civil ha sido tal que los premios, reconocimientos e insignias demuestran que siempre ha sido un animador del estímulo colectivo y de la participación entusiasta en las cofradías de Semana Santa, en la Feria, en los toros, en las peñas, en el fútbol. Siempre presente; siempre dispuesto, y ello no hipotecaba su acertada crítica, pues siempre la ejercía desde la honestidad profesional. Apasionado y constante. Crítico y noble. Gran conversador, viajero y único como maestro de ceremonias, pues no habrá en Málaga una persona a la que más hayan requerido para un pregón, para una presentación... Y nunca decía que no.

Fue reconocido con la insignia de Oro de la Asociación de la Prensa, la Medalla de Plata a la Crítica Deportiva de la Federación Andaluza de Fútbol y otros muchos galardones del mundo del deporte, los toros y las peñas -a las que dedicó parte de su trabajo, escribiendo la historia de las peñas de Málaga-. El Ayuntamiento de Málaga tuvo el acierto de dedicarle en vida una calle con su nombre en reconocimiento a su gran contribución a la sociedad.

Paco nos dijo ayer adiós. Hoy muchos notaremos su ausencia. Descansa en paz.