­La investigación biomédica en Málaga se escribe con letras mayúsculas gracias, en parte, al apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). En septiembre de 2011 inició su actividad en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand), centro pionero en España que busca desarrollar nuevos sistemas para abordar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades desde lo fascinantemente pequeño.

Bionand, que nació fruto de la alianza entre la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga, cuenta con un edificio de más de 6.500 metros cuadrados que, a partir del próximo mes de julio, pasará a albergar también el Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular (Larcel), perteneciente a la Consejería de Salud y que actualmente está ubicado en Sevilla.

La agrupación de estos dos espacios dedicados a la investigación biomédica permitirá, por un lado, promover la consolidación y el crecimiento de un laboratorio dedicado en exclusiva a las técnicas de reprogramación celular, y, por otro, optimizar la infraestructura y el equipamiento de Bionand, un centro con capacidad para albergar a más de 150 profesionales, pero en el que a día de hoy sólo trabajan 37.

La crisis, que trajo consigo recortes importantes en las ayudas a la investigación, y la falta de tradición en un ámbito desconocido para la gran mayoría de los investigadores, tiene mermada la actividad del primer centro de ámbito nacional orientado a la investigación en nanotecnología aplicada a la salud.

La nanomedina, a medio camino entre la nanotecnología y la biotecnología, se dedica al estudio, control y manipulación de materiales, estructuras y dispositivos a escala nanométrica (equivalente a la millonésima parte de un milímetro), tamaño en el que se han demostrado propiedades diferentes de la materia que pueden ser de gran utilidad en el campo tecnológico y biomédico.

En el centro trabajan actualmente ocho grupos de investigación entre los que se encuentran tres investigadores procedentes del Programa de Movilidad de Nanomedicina. Paralelamente, Bionand colabora en proyectos de investigación con el Hospital Regional de Málaga (Carlos Haya) y el Virgen de la Victoria (Clínico).

En sus instalaciones el pasado año se desarrollaron, total o parcialmente, 29 proyectos de investigación gracias a financiación competitiva, por importe total de 3,3 millones de euros.

El próximo verano Larcel sumará personal y proyectos al centro de nanomedicina de Málaga. El laboratorio, en el que trabajan ocho investigadores, está desarrollando cuatro proyectos.

Bionand, que es un centro de carácter mixto participado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo y la UMA, fue concebido como un espacio para la investigación de excelencia en nanomedicina. De hecho, forma parte del componente Biotech del Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech, promovido por las universidades de Málaga y Sevilla.

Su construcción en el PTA supuso una inversión de algo más de 4,9 millones de euros, cantidad que fue cofinanciada en un 70% por los fondos Feder, fórmula que también se repetiría para costear el equipamiento de la Unidad de Nanoimagen del centro, una de las más completas de Europa y única en España, ya que reúne un amplio equipamiento de última generación, por una cuantía total de 4,3 millones de euros.

La dotación del resto de unidades del centro, costeada también con recursos europeos, junto con el Ministerio de Economía y Competitividad (dentro del Plan de Investigación Científica, Desarrollo e Investigación Tecnológica 2088-2011), contó con una inversión de algo más de 2,4 millones de euros.

A pleno rendimiento, este espacio de investigación, frontera entre la química, la biología, la física, la ingeniería y las técnicas de microfabricación, podrá dar cabida a un máximo de 20 grupos de investigación. A más de 150 profesionales, de los que en torno a un 85% estarán directamente implicados en las tres áreas de investigación que conforman la actividad científica del centro.

Estas áreas, que cuentan con distintas líneas de investigación estratégicas, son Nanodiagnóstico, Nanosistemas terapéuticos y Nanobiotecnología. El objetivo de la primera es implementar dispositivos de diagnóstico y pronóstico más eficaces, tanto in vitro como in vivo, con el fin de optimizar la identificación de enfermedades o la predisposición a la misma, así como su evolución a nivel celular o molecular mediante la utilización de nanodispositivos.

La segunda área se centra en la investigación y desarrollo de nanosistemas que protejan, transporten y liberen fármacos o agentes terapéuticos de manera controlada haciendo que sean más fáciles de administrar, más selectivos y eficaces, y, por lo tanto, menos tóxicos, con los que se evitarían los efectos secundarios. Además, se potenciarán el desarrollo de nanosistemas efectivos para enfermedades de difícil curación y elevada incidencia como el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas y enfermedades cardiovasculares.

La de Nanobiotecnología se orienta hacia el desarrollo de nuevas aproximaciones que puedan ser explotadas por las líneas de investigación desarrolladas por las otras dos áreas.

El decisión de reforzar la investigación biomédica en Málaga con la incorporación del laboratorio de reprogramación celular Larcel a Bionand se enmarca dentro de la apuesta del Gobierno andaluz por potenciar la investigación como nuevo modelo productivo, motivo por el cual la nueva Estrategia de Investigación e Innovación (I+i) en Salud se centrará en mantener el actual ritmo de financiación a través de recursos externos y la participación en proyectos promovidos por organismos europeos y nacionales.

Así, la inversión en investigación sanitaria prevista ese año en Andalucía rondará los 6,6 millones de euros, cantidad con la que se quiere consolidar la mayor red adscrita al Sistema Nacional de Salud, en la que destacan los cinco centros de biomedicina (dos en Sevilla y Granada, y Bionand, en Málaga), cuatro institutos de investigación sanitaria, un biobanco y diez laboratorios públicos donde se fabrican medicamentos de terapias avanzadas.

La obtención de recursos, que según la Junta, se ha incrementado un 48,5% en los dos últimos años, se verá favorecida por la agilización de trámites para poder realizar ensayos clínicos en centros sanitarios públicos.