Empresarios y expertos reunidos este martes en la decimosexta reunión de presidentes del Club Málaga Valley han destacado el potencial de la capital malagueña para convertirse en "punto de entrada del Internet del futuro", en un 'hub' tecnológico, y ser el primer destino entre América Latina y Europa, ya que "los cables no van a pasar más por Miami, sino que van a ser redirigidos hacia el continente europeo".

Así lo ha expresado por ejemplo el creador de la empresa de seguridad digital suiza WISeKey, Carlos Moreira, quien ha indicado que Málaga "está muy bien posicionada a nivel geográfico". "Los elementos están aquí, la voluntad política existe y las empresas cada vez tienen más innovación", ha expuesto, por lo que "ya es cuestión de implementar este proyecto y que Málaga se convierta en ese 'hub' tecnológico del futuro, dando una alternativa a este mundo de Internet".

Durante su intervención en esta reunión, que ha contado con más de 200 participantes y en la que se han abordado los desafíos tecnológicos en seguridad y defensa, Moreira ha valorado que "Málaga tenga mar, estando conectada con Canarias y desde aquí con el resto, por lo que podría convertirse en el próximo 'hub' del futuro".

Sobre la tecnología aplicada a la defensa y la seguridad, el responsable de WiSeKey ha resaltado que el sector de la ciberseguridad mueve 50.000 millones de dólares, con un crecimiento anual de entre un 15 y un 20 por ciento, y a todo ello hay que unir las infraestructuras necesarias --fibra óptica, búnkeres, etcétera--.

Según Moreira, "la competición no es con París o Londres, sino con otras nuevas ciudades que están geopolítica y geográficamente localizadas en distancias que permiten nuevas conexiones de cables".

Ha explicado que "las rutas de Internet pasan actualmente desde América Latina a Miami y desde allí a Virginia y luego a Londres, entrando así en Europa"; sin embargo, con los últimos acontecimientos, hay "un problema de confianza".

Ante esto, la ventaja de España es que cuenta con la confianza de los países iberoamericanos: "no es un país que intercepta comunicaciones o que tenga una actitud agresiva en relación a Internet". "Málaga puede convertirse en el Miami del futuro, donde todos esos cables van a venir", ha declarado.

Por su parte, el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, ha señalado que apoyar al sector industrial de la defensa es "esencial" porque "forma parte de la ecuación de soberanía de un país".

"Un sector fuerte es básico para garantizar nuestra soberanía y nuestra interacción con el resto de países", ha aseverado, dejando claro que "la ciberseguridad cobra más importancia al ser cada vez más dependiente la sociedad de las comunicaciones a través de la Red, lo que produce enormes rendimientos en eficacia y efectividad, pero también abre unas vulnerabilidades que no se pueden ignorar".

Ante la situación de coyuntura económica, Argüelles ha especificado que lo que hacen las nuevas tecnologías es precisamente "facilitar que con menos recursos se consigan más efectos; son un dinamizador de la actividad económica".

Del mismo modo, ha precisado que, pese a "la crisis profunda en la que estamos, no hay que dejar de seleccionar objetivos que a corto plazo sirvan de revulsivo y cambien el modelo económico de España y los acerquen a otros más modernos, más dinámicos, más industriales y más capaces de enfrentarse a las futuras crisis".

Por tanto, ha subrayado, "es muy compatible y muy necesario que desde las instancias públicas se potencien iniciativas como el Málaga Valley". Al respecto, el alcalde de la capital malagueña, Francisco de la Torre, ha querido añadir que "la crisis ha puesto de relieve la necesidad de que las empresas sean cada vez más innovadoras y que la I+D+i crezca", agregando que "en estos años el esfuerzo público no ha podido estar a la altura de lo que se pretendía hacer, pero sí ha habido un llamamiento al sector privado".

El embajador extraordinario de Rusia y plenipotenciario de la Federación de Rusia ante el Reino de España, Yuri P. Korchagin, ha recordado que también su país aspira a tener su propio Silicon Valley, en Skolkovo, una zona a 20 kilómetros de Moscú, y también en Siberia. Ante esto ha invitado a establecer contactos entre todos estos polos tecnológicos, algo a lo que tanto el presidente del Málaga Valley, Javier Cremades, como el alcalde se han mostrado "abiertos".

"La causa que nos une es que hay un territorio que nos da oportunidades a todos, que es Málaga, y todos somos embajadores de ese territorio", ha manifestado Cremades, añadiendo que "vamos a estar muy abiertos" a establecer esas relaciones con Rusia, ya que "tratamos de liderar y liderar con frecuencia significa compartir". "Vamos a interconectarnos con Rusia, por supuesto", ha apostillado.

El presidente de Club Málaga Valley también ha destacado la "madurez" de este concepto, creado en 2006, afirmando que "el Silicon Valley europeo no está en Londres o Berlín; Moscú quiere, pero le va a costar ser el polo de atracción de todo el talento internacional, y Málaga sí puede estar ahí y para ello estamos trabajando".

Ha resaltado la apuesta por la capital malagueña que han hecho empresas internacionales como Oracle y el desarrollo de acciones que proyectan la imagen de la ciudad fuera.

Cremades, quien ha apuntado que el nuevo mapa del Málaga Valley incluye a 117 empresas, 44 más que en la anterior edición, ha informado también de la puesta en marcha de una nueva iniciativa: una red de embajadores, un total de 10, que tendrán como objetivo proyectar la imagen de la ciudad como polo de atracción de talento y de inversiones y entre los que se encuentra el estadounidense Alan Salomont.