El primer trimestre del año 2014 ha sido malo para el empleo en Málaga, que en contraposición a la bajada registrada a nivel nacional y andaluz, ha visto cómo los meses de temporada baja turística han incrementado el paro en 3.300 personas respecto al cierre de 2013, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La provincia arranca así el ejercicio con una tasa de paro del 36,52% de la población activa y un total de 285.800 desempleados. Semejante tasa no llega a ser el récord absoluto -se alcanzó el 38% a finales de 1993 y el 36,67% en el primer trimestre de 2013- aunque sí lo es en cuanto a cifras absolutas, ya que el máximo hasta ahora había sido de 282.700 parados.

En cualquier caso, hay que recordar que el Ministerio revisó la semana pasada las series de la EPA para adecuarlas al nuevo censo de población del año 2011, lo que ha retocado ligeramente los números de trimestres anteriores. En términos interanuales, y ya con el nuevo cálculo, se puede decir que ahora mismo hay en Málaga 3.100 parados más que hace un año y también más población activa -782.500 personas, 11.500 más que el primer trimestre de 2013-.

Las comparaciones, al margen de que se hayan redefinido las series históricas, siguen siendo tremendas con respecto a antes de la crisis: desde el año 2007 el paro se ha multiplicado por cuatro en la provincia. Por aquel entonces sólo había 72.300 malagueños parados y la tasa se situaba en el 10,48%.

La comparación tampoco es buena con respecto al primer trimestre de 2012, cuando el Gobierno de Rajoy aprobó la reforma laboral. Desde esa fecha Málaga ha perdido casi 17.000 ocupados y ha subido su paro en 20.000 personas.

El único consuelo que queda ahora es pensar que el segundo y tercer trimestre de 2014 deben ser necesariamente mejores porque reflejarán las incorporaciones a la industria turística y hostelera inauguradas con la Semana Santa.

Málaga es la quinta provincia española con mayor número de desempleados, después de Madrid (677.00), Barcelona (606.000), Valencia (346.400) y Sevilla (314.400).

La pérdida de ocupados en el primer trimestre de 2014 respecto al trimestre anterior ha sido de 1.300 ocupados aunque también hay una cifra positiva: según la EPA, ahora mismo hay 8.500 personas más trabajando que hace un año.

La secretaria general de UGT Málaga, Auxiliadora Jiménez, valoró negativamente estos datos. «Lamentablemente confirman lo que habíamos venido denunciando en distintas ocasiones: más allá de mejorías puntuales y estadísticas que apenas se reflejan en la realidad lo cierto es que la situación no sólo no mejora, sino que empeora progresivamente», comentó. Para UGT, se sigue destruyendo empleo y el escaso que se crea es precario y de mala calidad».

El secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, dijo que la situación es de «estancamiento económico» agravada por una «continua destrucción de empleo estable, y siendo las escasas nuevas contrataciones la evidencia del grave deterioro de las condiciones de trabajo». Según Herrera, las nuevas contrataciones están basadas en una relación laboral «de menor equilibrio, en la que el empresario pone las condiciones, fuera o dentro del convenio, con o sin horario pactado». Un ejemplo, a su juicio, es el sector de la hostelería, donde la actividad no se traduce en un mayor empleo.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF)de Málaga lamentó el incremento del desempleo y calificó los datos de «insostenibles». El presidente de CSIF Málaga, Joaquín Pérez, recordó que es una prioridad fomentar el consumo y achacó la destrucción de empleo a las «pésimas políticas».

«Es lamentable que en Andalucía, que es la región más castigada por el paro en Europa, los recursos destinados a los parados adolezcan de los controles necesarios para ser invertidos con tal fin», añadió. CSIF alertó además de la nueva pérdida de empleo público que ha sufrido Andalucía en el primer trimestre de 2014, en la que ha pasado de 517.400 trabajadores públicos a 507.400.

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) coincidió en calificar los datos como «negativos» al reflejar «un elevado índice de desempleo», superior al 25,93% de media nacional y al 34,94% de media andaluza.

«Queda patente que, a pesar de la actividad del sector turístico y el comercial durante la temporada de rebajas propia de los primeros meses del año, Málaga ostenta una tasa de paro aún muy elevada, dato que confirma la necesidad de redoblar esfuerzos en materias esenciales para pymes y familias tales como: económica, fiscal, de políticas activas de empleo y de formación», apuntó la CEM.

Caída a nivel nacional En España, el número de parados disminuyó en 2.300 personas en los tres primeros meses del año 2014 hasta los 5.933.300 desempleados, registrando la primera caída en un primer trimestre en nueve años, si bien la tasa de paro aumentó al 25,93% y se siguió destruyendo empleo. Al término de marzo, la ocupación alcanzó las 16.950.600 personas, lo que supone una disminución de 184.600 trabajadores respecto al cierre de 2013, aunque es la menor caída en este periodo desde 2008.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que está «muy contento» con los datos y que cree que «las cosas van bien» y que «van a ir a mejor». «Falta mucho, pero van a ir a mejor», afirmó.

En Andalucía el paro bajó en más de 59.200 personas -fue la comunidad que lideró la bajada- y se queda en 1,4 millones de parados.

La clave del comportamiento del paro está en la evolución de la población activa, que se redujo en 187.000 personas, hasta un total de 22.883.900 personas, lo que situó la tasa de actividad en el 59,46% de la población.

Esta caída de la población activa, generada por los inmigrantes que retornan a sus países de origen y por las personas que desanimadas dejan de buscar empleo, es lo que ha provocado que la tasa de paro se haya incrementado dos décimas a pesar de haber menos desempleados.

Desde la oposición, el portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Valeriano Gómez, consideró que los datos, «muy preocupantes», muestran que la recuperación «todavía no ha llegado, ni mucho menos».