­Cien personas cumplieron el año pasado completamente sus penas de trabajo en beneficio de la comunidad a través del Ayuntamiento de Málaga. La cifra, aportada por el Área de Bienestar Social, es ligeramente inferior a la del año anterior, cuando por las diferentes áreas municipales que colaboran con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias cumplieron 102 penados, la gran mayoría con trabajos relacionados con el apoyo en tareas de limpieza y mantenimiento. Aumentan, sin embargo, el total de expedientes tramitados (148 frente a 145) y las plazas ofertadas, ya que el balance al que ha tenido acceso este periódico contabiliza 42 frente a las 35 del año 2012. De la misma manera, el informe arroja que otras 32 personas no cumplieron el pasado ejercicio con su condena y que una decena de informes tuvieron que ser devueltos por falta de plazas, mientras que seis personas más siguen cumpliendo sus penas a lo largo del presente año, que a 7 de abril ya sumaba 80 expedientes tramitados en las dependencias muncipales.

No cambia mucho la distribución de los penados que pasan por las ocho áreas del Ayuntamiento de Málaga que forman parte de este programa. Tanto es así, que el grueso de las personas que fueron derivadas a las plazas municipales pasó por la Junta de Distrito de Palma-Palmilla, que con 15 plazas es la que mayor volumen de condenados puede canalizar a lo largo del año. En total fueron 66 personas las que pasaron por esta junta de distrito, una cifra muy superior a las 31 que cumplieron con la justicia a través de las 8 plazas que ofreció el Área de Playas durante el año pasado.

Por orden cuantitativo, el Centro de Servicios Sociales Comunitarios de Palma-Palmilla acogió un total de 17 expedientes en sus 5 plazas, mientras que la lista la cierran el Área de Servicios Operativos con 14 penados en 3 plazas, la Sociedad Municipal de Aparcamientos con 7 personas en dos plazas y el Área de Accesibilidad Universal, que sumó tres expedientes en sus dos plazas disponibles. La Junta de Distrito de Puerto de la Torre y el Centro de Servicios Sociales Comunitarios Churriana también ofertaron 2 y 5 plazas.

La mayoría de estas personas cumplen con la comunidad en virtud de condenas relacionadas con delitos tan dispares como el menoscabo psíquico, amenazas, coacciones, robos o hurtos de uso, así como los relacionados con la seguridad vial, sobre todo por haber conducido con exceso de velocidad, bajo los efectos del alcohol o drogas, sin permiso o cuando se ha originado un grave riesgo para la circulación colocando obstáculos o quitando señales. El Código Penal también impone este tipo de trabajos en beneficio de la comunidad a los condenados por faltas por incumplir obligaciones familiares, amenazas leves, contra el patrimonio o contra los intereses generales, como cortar especies de flora o maltratar animales.