Las quejas sobre las administraciones públicas, los problemas del personal del sector público y la ordenación económica (bancos, hipotecas...) son las que en mayor número recibió la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz el año pasado de la provincia de Málaga, según el informe de 2013 de la institución, seguidas muy de cerca por las quejas relacionadas con servicios sociales y dependencia. Un panorama que esta oficina ve como fiel reflejo de la crisis.

Los malagueños enviaron 482 quejas al Defensor del Pueblo en 2013 y de ellas fueron admitidas a trámite 256, porque este organismo no admite quejas entre particulares pues debe haber administraciones implicadas. Así se entiende que de las 256 quejas, la entidad afectada en 202 de ellas fuera el Ayuntamiento de Málaga y 8 tuvieran que ver con la Universidad (para la Junta de Andalucía se dan datos de las ocho provincias, 2.807 quejas y 840 de las delegaciones territoriales).

De ellas, 79 guardan relación con el personal del sector público (48), así como las administraciones públicas y la ordenación económica (31), y otras 31 quejas tiene que ver con los servicios sociales y la dependencia.

También examinó la queja, recogida en exclusiva en La Opinión, de la comunidad de propietarios del parking subterráneo bajo la plaza pública de Leonardo da Vinci, en El Palo, por las filtraciones de la plaza y los daños que causa al aparcamiento. El Ayuntamiento redactó un proyecto de mejora de la plaza, que se encuentra a punto de ser reformada.

El informe incluye además otro caso del que este diario dio cuenta: la mala situación del colegio público de Los Prados. El Ampa denunció la presencia de «grietas por las que cabe una pierna, puertas que no cierran, un gran desnivel en las pistas deportivas». El Defensor del Pueblo confía en que el problema se ataque «de raíz», pero lo cierto es que hoy no está del todo solucionado.

También salió a colación la demolición de cinco metros del Acueducto de San Telmo, declarado Bien de Interés Cultural, a raíz de las obras de derribo de un edificio en la calle Eduardo Domínguez Ávila, así como la caída de una cornisa en el número 8 de la calle Larios, lo que obligó a vallar la zona durante la Semana Santa y a retirar parte de las sillas para ver los desfiles, problema solucionado.

Otra queja recogida fue la de los malos olores y plaga de moscas en el distrito de Campanillas causados por el vertedero de Los Ruices, problema que la oficina entendió ya en vías de solución por las obras que realizó el Ayuntamiento.

Por último, actuó de oficio para conocer las causas de la muerte de la joven Estefanía y su hijo Aarón, asesinados por su marido en septiembre del año pasado en el barrio de La Luz. Un caso claro de violencia de género que conmocionó a toda la ciudad.