­Usted lidera la lista del Partido X a las europeas. ¿Cuál es el mensaje con el que esperan lograr los escaños?

Si no acabamos con la opacidad, con el secretismo, que son privilegio de unos pocos, si los ciudadanos no recuperamos la soberanía y el control de nuestras instituciones, la Democracia. Si no la devolvemos al servicio de los ciudadanos, no va a haber solución a esta situación de crisis, de desmantelamiento de las instituciones y servicios comunes.

¿Qué resultados prevén las encuestas que manejan?

Creemos que tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de conseguir situar en Europa nuestra voz y nuestras propuestas. No sólo ir al Parlamento europeo a decir, a poner nuestra voz, sino a hacer. Ser una fuerza de cambio allí para luchar aquí en España. Hay una inmensa labor detrás de la Red Ciudadana Partido X, una gran capacidad de organización que está ahora trabajando para hacer esto posible en la campaña.

El movimiento indignado parece ser su base natural. ¿Ha perdido fuerza o sigue vivo?

Como dicen mis amigos y compañeros de la Red Ciudadana, muchos de ellos, el 15-M es parte de una gran ola de cambio global. Personas de muchos países, organizados en red, no sólo tomando las calles, sino organizando su indignación y su fuerza para producir soluciones concretas, soluciones desde la sociedad civil, a los problemas de sus países, aquí en España por ejemplo, pero también problemas que son comunes a todo el globo. El poder financiero internacional, la deuda, los privilegios de las grandes fortunas y las grandes empresas, el fraude masivo a nuestras sociedades. Sólo hay una alternativa: el triunfo de los privilegios o esta marea de cambio, su deseo y su exigencia de democracia, de soberanía de los ciudadanos, del fin de los privilegios y unas instituciones políticas y económicas al servicio de las personas y el bien común, y no al servicio de los beneficios de los bancos. La Red Ciudadana Partido X es hija de todo esto.

¿Cómo hacen su campaña y por qué acepta formar parte de este partido?

Las soluciones que necesitamos, la democracia que exigimos, no es solo por cambiar de políticos. Debemos cambiar la política. La manera de hacer las cosas. Las lógicas del personalismo que concentran el poder devuelven a una lógica de representación y no de colaboración, invisibilizan el trabajo de tantas y tantas personas. Por eso es importante para nosotros la idea del Equipo X, una federación de las competencias y el trabajo de distintas personas, cada una aportando sus conocimiento y sus experiencias en colaboración, como sucede en nuestras vidas. Admiro esta lógica de colaboración, de red. Por eso desde el principio, mucho antes de llegar a pensar ser candidato, decidí unirme a esta Red Ciudadana, y aportar mis conocimientos, mi experiencia trabajando para acabar con la opacidad financiera y el fraude, al servicio de un objetivo común, de justicia.

¿Por qué se hizo con la lista del banco suizo en el que trabajaba?

Fue el conocimiento, la consciencia cotidiana frente a todos estos datos y evidencias, de la impunidad, del privilegio, de la magnitud del desfalco y las consecuencias que tienen para los ciudadanos en nuestros países. De la injusticia. Fue una decisión meditada durante mucho tiempo, era un paso necesario, sacarlo a la luz, poner todos estos datos a disposición de la justicia para acabar con los privilegios y construir mecanismos para devolver todo este dinero al servicio de los ciudadanos.

¿Europa puede jugar alguna baza contra el oscurantismo de los grandes bancos helvéticos?

Podemos empezar desde aquí, no sólo en relación al caso suizo. Acabar con los paraísos fiscales que operan dentro de nuestros países. Respecto a Suiza son fortunas españolas, francesas, griegas, etcétera... las que llenan las cuentas de los bancos.

¿Cómo se ataca la evasión fiscal y los paraísos?

Es necesario perseguir a los corruptos, a los evasores, pero no es suficiente. Debemos desmantelar todo la trama que hace posible el fraude. Hemos desarrollado una herramienta para controlar los fraudes bancarios. Un sistema de transparencia financiera bajo control ciudadano que permite tener controladas las transacciones de los grandes bancos mediante la cooperación ciudadana internacional, con un radar bancario, para monitorizar los flujos financieros hacia los paraísos.

¿Ha vuelto a Suiza?

Una vez, para hablar con los fiscales. En 2012, querían negociar para que olvidara el asunto.

¿Siente que está en peligro?

Estamos sacando a la luz y trabajando en asuntos fundamentales para la democracia y la economía real, son muchos los que se aprovechan de las desigualdades para que los ciudadanos vayamos perdiendo miles de millones. Una vida tampoco representa demasiado cuando lo que está en juego es tanto.

¿Quién le ha amenazado?

Por ejemplo en Francia existía un departamento de los servicios secretos que se ocupaba de molestar a gente como yo. El departamento K. No es una broma. Tenía ordenes de proteger los intereses de los bancos y de hacer todo lo que puede hacer un servicio secreto para conseguirlo.