Pese a la creencia de haber dejado atrás lo peor de la crisis, el sector financiero y el constructor aún no tienen perspectivas de poder realizar nuevas contrataciones a corto plazo, según explicaron ayer en Málaga representantes de ambos segmentos en una mesa de debate organizada por Adecco y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) para analizar los efectos de la reforma laboral.
Por el sector bancario, el director de Recursos Humanos de Unicaja Banco, Rafael Montesinos, reconoció que la reforma laboral no ha conseguido todavía «flexibilizar o motivar lo suficiente para crear empleo». En todo caso, recordó que su sector vive «una reconversión absoluta y total» que le ha impedido generar puestos de trabajo en los últimos cinco años.
«Las posibilidades de creación de empleo son ahora mismo cero. No hemos hecho todos los deberes. Queda mucho por hacer», comentó el representante de Unicaja, que rememoró el cambio de panorama bancario español en apenas cinco años. Si en 2008 había un centenar de entidades financieras (de las que 45 eran cajas de ahorro) hoy sólo quedan 14 en España, con las cajas de ahorro transformadas en grupos bancarizados. «Ante esto, nuestras posibilidades de crear empleo son nulas. Sólo hacemos contrataciones coyunturales para épocas de vacaciones, pero nada estructural», dijo.
Montesinos también señaló que los bancos aún están pendientes de redimensionar su parque de oficinas. Y es que aunque ya se ha reconvertido un 35% de la red de sucursales que llegó a haber al inicio de la crisis (en Málaga se ha bajado de 1.400 a 980, según los datos del Banco de España), la ratio de oficinas por habitante en España es casi el doble que la de Europa. «Todavía no hemos ajustado bien la media de la capacidad instalada porque venimos de una cultura donde había una oficina en cada esquina pero eso ya es imposible», dijo.
Respecto a la crisis, opinó que «ya nos queda poco» y que se puede decir «que hemos pasado a otro ciclo», donde tras «sacrificios enormes» se ha hecho una «limpieza» general de la economía.
Por su parte, el director de Recursos Humanos de Financiera y Minera (FyM), Alfonso Queipo de Llano, señaló que el sector de la construcción necesita que el crédito bancario se recupere y que las administraciones vuelvan a invertir en infraestructuras.
«La construcción es uno de los sectores que pueden crear empleo de forma intensiva pero estamos en unos niveles históricamente bajos, propios de los años 60. El batacazo ha sido monumental», comentó. De esta forma, el número de ocupados en Málaga en el sector ha caído de los más de 100.000 que llegó a haber en 2007 a los 37.000 actuales. La licitación de obra pública ha caído un 85% y el consumo de cemento un 82%, según los datos del responsable de FyM, propietario de la fábrica de cemento de La Araña.
«Salir de la crisis sin contar con la construcción va a ser complicado. Hay que fomentar la inversión en infraestructuras», apuntó.
En el debate también participó José Luis González, director de Recursos Humanos de Emasa, que reclamó que se elimine la prohibición por ley a las empresas públicas para crear empleo y que se regule más detalladamente la subcontratación. Finalmente Laura Luque, directora de Recursos Humanos de la firma tecnológica AT4 Wireless, apuntó que actualmente es difícil encontrar técnicos en telecomunicaciones, por lo que apostó por «fuertes políticas de retención de talento, pues formar a un trabajador internamente es costoso».
La jornada «Hacia un mercado laboral competitivo como motor de la productividad» también contó con la presencia de Eduardo González, catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad de Sevilla y consejero de Cuatrecasas Gonçalvez Pereira Olivencia-Ballester. A su juicio, la reforma laboral «ha sido más positiva que negativa» al evitar el cierre de más empresas gracias a las medidas de flexibilidad interna. En todo caso, dijo que ahora toca aplicar una rebaja de las cotizaciones sociales, que pueden llegar hasta el 36% y que actúan, a su juicio, como «un impuesto sobre el empleo que lo desincentiva».
