Niños como Luis, Aroa, Ismael, María o Antonio han cambiado la imagen de la calle Lagunillas y su entorno en apenas dos meses. Es más, en la calle Huerto del Conde, donde antes comenzaba ese metafórico muro que dividía el Centro Histórico en dos zonas -antes y después de la Casa Natal de Picasso- ese muro parece haber caído porque se ha creado una entrada picassiana a Lagunillas con la reproducción de cuatro cuadros de Picasso -Guernica, Pablo vestido de arlequín, Alegría de vivir y La mujer con una flor-. Los murales se encuentran en la fachada de unos bloques, un espacio que antes era pasto para los grafitis.

«Está teniendo mucho éxito porque nunca antes había pasado tanta gente a sacar fotografías, hemos tenido turistas japoneses que han venido exclusivamente a sacar las fotos y el otro día vi a un hombre con su trípode fotografiándolos», cuenta Miguel Chamorro. Miguel es el alma de Fantasía de Lagunillas, una asociación sin ánimo de lucro que desde hace 10 años da apoyo escolar gratuito a niños de la zona.

Pero también ha vuelto a los orígenes recuperando, como hacía en los comienzos y empleando la pintura, rincones degradados del barrio. Es lo que acaban de conseguir gracias al crowdfunding, el mecenazgo por internet, con el apoyo de Futura-e, una asociación sin ánimo de lucro apoyada por empresas como el estudio de arquitectura Mahatma. Con la ayuda de los internautas, consiguieron recaudar 3.100 euros para cambiar el aspecto del barrio.

«Lo mejor era meter a Picasso para que la gente venga el barrio. Se pueden hacer muchas cosas bonitas», plantea Miguel Chamorro.

Junto con los cuatro cuadros picassianos de Huerto del Conde, ya tienen el permiso de la Junta de Andalucía, propietaria de cuatro solares, algunos de los cuales ya están pintando.

Es el caso de los bajos de una vivienda tapiada con ladrillos en la calle Lagunillas y que ha sido transformada en un fastuoso mural multilingüe, con la frase «Escucha tu corazón» en varios idiomas: árabe, euskera y húngaro.

A su lado, un cierre metálico que un arquitecto vecino ha transformado en un artístico corazón.

Pero hay más arquitectos en este proyecto como Pablo y Lola García del estudio Mahatma, que subrayan que el cambio de la zona ya se percibe. «Había una mujer que iba a cerrar su comercio y a la vista del movimiento que ha visto en Huerto del Conde ha decidido seguir un poquito más», explica Pablo, mientras que Lola, que además es monitora en Fantasía de Lagunillas, cuenta que la experiencia con los niños ha sido muy buena y que para realizar murales tan complicados como el Guernica, «primero se hizo una reproducción a carboncillo que se marcó en el muro, para asegurarnos la proporción».

También, Virginia Cabello, licenciada en magistratura, ha echado un mano así como los boy scouts de los Maristas.

De la experiencia han surgido vocaciones como la de Aroa Jiménez de 13 años, que se ha convertido en ayudante de Miguel Chamorro y que ya tiene un sueño: «De mayor quiero ser pintora».

A comienzos de junio Fantasía en Lagunillas dará una fiesta para los niños con el fin de celebrar el éxito de esta aventura, apoyada por decenas de internautas anónimos.

La idea es continuar tras el verano con nuevas ideas que cambien el degradado entorno de Lagunillas y sobre todo, le den color.