El Ayuntamiento de Málaga cerró su cuenta de resultados del pasado año con un saldo favorable entre ingresos y gastos de 122,95 millones de euros, según destaca la cuenta general de 2013, el documento que refleja toda la actividad económica del Consistorio, sus organismos y sus empresas municipales durante el pasado año, y que será presentada el próximo viernes para su aprobación en la comisión especial de cuentas, según la información remitida ayer por un portavoz municipal.

Este saldo favorable de 123 millones, que establece la diferencia entre ingresos y gastos, es un 53,85% superior al del 2012; de hecho, es el mejor resultado obtenido por el Ayuntamiento en los últimos cuatro años, según señaló el portavoz municipal.

La cuenta refleja una reducción de las compras y servicios, en consonancia con el plan de ajuste en vigor. A su vez recoge un incremento en las transferencias de gastos corrientes entre las que destacan los relacionados con Derechos Sociales, que registran una subida cercana al millón de euros, así como en Nuevas Tecnologías y Cultura; todos ellos ejes de la política municipal, según recordó ayer la concejala de Economía, María del Mar Martín Rojo.

La cuenta general refleja una disminución de la deuda a largo plazo, así como la deuda comercial a corto plazo, «que permite que la mayoría de las inversiones se financian con recursos propios y no con préstamos», señaló Martín Rojo.

En relación a la deuda a largo plazo, el Ayuntamiento cerró el año 2013 con una reducción interanual de 47 millones de euros. En concreto, la deuda ascendía a finales del año pasado a 701 millones de euros.

La cuenta de 2013 refleja, según la información municipal, una mejora de todos los indicadores financieros calculados por la intervención general. La ratio de solvencia, que relaciona el activo total con la deuda, aumenta y se sitúa en 245,52%, lo que quiere decir que el activo (patrimonio con el que cuenta el Ayuntamiento) es 2,45 veces superior a la deuda contraída.

También mejoran las ratios de endeudamiento, y de tesorería, «que permiten al Ayuntamiento no tener que recurrir a préstamos a corto plazo para mantener su esfuerzo inversor y pagar a proveedores», subrayó Martín Rojo, que resaltó «el compromiso del Consistorio con la reducción del periodo de pago a empresas y autónomos para contribuir a la reactivación económica y la generación de empleo en la ciudad». Esta reducción ha supuesto que el plazo medio de pago del Ayuntamiento, sus empresas y organismos autónomos durante el último trimestre de 2013 fuera de 24,78 días, estando por debajo del límite legal establecido.

Martín Rojo puso énfasis en resaltar «la salud financiera» del Consistorio, que es fruto de una política «basada en el realismo, la prudencia y el control del gasto», que se evidencia en la «reducción de la deuda, la mejora de los plazos de pago a los proveedores, así como de los indicadores financieros de solvencia, liquidez y tesorería, entre otros».