La Costa del Sol calienta motores cara a la temporada alta de verano con grandes dosis de optimismo a tenor que los buenos datos registrados en la Semana Santa y en el Puente del 1 de Mayo. Aunque toca desde luego ser prudentes, las expectivas apuntan a un verano con incrementos de entre el 3% y el 10% en el número de visitantes con respecto al año anterior, en el que se registró una afluencia de 5,2 millones de turistas (de los que 1,4 se alojaron en hoteles generando 6,6 millones de pernoctaciones). De confirmarse al mejor extremo esas previsiones, el verano de 2014, con una proyección de 5,6 millones de turistas, estaría ya en condiciones de rivalizar con el de 2008, de momento, el mejor de la historia.

La esperada recuperación del turismo nacional, la fortaleza de mercados tradicionales como el británico y el alemán o la mejora de ciertos emisores internacionales como los países árabes son algunas de las bazas con las que cuenta Málaga para alcanzar este objetivo.

El consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez, afirma que el sector mantiene una «senda positiva», ya que durante el primer cuatrimestre los hoteles malagueños recibieron cerca de cuatro millones de viajeros que realizaron 10,4 millones de pernoctaciones, con incrementos del 3,8% y del 4,7%, respectivamente

«Además, el destino ha demostrado su gran capacidad de atracción en los dos primeros grandes periodos festivos del año, como son la Semana Santa y el puente del Primero de Mayo. Por tanto, las cifras apuntan a que va a ser un buen verano en la Costa y en Andalucía», señala. El consejero se muestra así «moderadamente optimista» y mantiene una previsión de crecimiento para toda Andalucía en torno al 3%, «siempre con la cautela de que el sector turístico es muy sensible a factores externos y sus resultados pueden verse afectados por múltiples circunstancias».

¿Podría haber entonces récord este verano? «Es difícil aventurarlo, teniendo en cuenta, además, que 2013 fue un gran año en el que ya se batieron algunos registros», responde. Sí confía en que este verano se consoliden definitivamente los síntomas de recuperación del mercado nacional -«será una de las claves de la campaña», asegura-. En cuanto a los extranjeros, recuerda que los indicadores que manejan los operadores contactados en las grandes ferias sectoriales como la WTM de Londres o la ITB de Berlín apuntan a que será un buen ejercicio tanto en la Costa como en Andalucía en general.

«Se prevé un comportamiento positivo en emisores tradicionales como el británico o el alemán y, en general, también en los emergentes, salvo en el mercado ruso, en el que una serie de circunstancias, como la situación política del país o la caída del rublo, apuntan a que no se van a registrar los avances de años anteriores», comenta.

El mercado árabe

Por su parte, el gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Arturo Bernal, se muestra muy esperanzado en alcanzar cotas de crecimiento interanuales de entre el 8% y el 10%, con tasas de hasta el 15% en el segmento de turistas nacionales en los meses de julio y agosto. También espera subidas importantes de mercados como el holandés, el belga y también en los países árabes. En este último caso, la diferencia con respecto a 2013 es que este verano el Ramadán cae en julio, lo que deja agosto libre para la afluencia de mercados al alza en Málaga como el marroquí.

«El año pasado el turista de Marruecos ya fue la tabla de salvación para muchos hoteleros de la Costa del Sol», constata Bernal.

El responsable del Patronato también incide en la necesidad de seguir buscando un aumento del gasto medio por turista. El año pasado el presupuesto de viaje se situó en 860 euros, con una estancia de 9,62 días de media.

¿Qué dice a todo esto el sector? El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, se muestra cauto pese a los buenos indicios de 2014. «Esperamos que se consolide esta senda de recuperación, tanto en el mercado nacional como en el de extranjeros», apunta Escribano, que resalta cómo el pasado año ya hubo una esperanzadora tendencia de extensión de la temporada alta a los meses de mayo y septiembre.

El responsable de Aehcos considera clave que el verano, además de crecimiento, traiga una «mejor distribución» en la llegada de visitantes para asegurar durante más meses la actividad de los hoteles. En todo caso, anima a no bajar la guardia ni caer en triunfalismos.

«Hay que seguir trabajando para hacer las cosas bien y mantener así la rentabilidad y la viabilidad», apunta Escribano, que recuerda la fuerte competencia de destinos como el Algarve portugués, Turquía o la propia Egipto, que pese a la complicadísima situación política y social trata de reconquistar mercado turístico a base de una oferta de precios muy agresiva con sus complejos de «todo incluido».

Mayor confianza

Las agencias de viaje también presagian una buena temporada alta. El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Andalucía (Aedav), Sergio García, reconoce que el año ha empezado muy bien y añade que en estos momentos se siguen generando reservas a corto y largo plazo. García se muestra convencido de que la Costa del Sol superará las ventas del año anterior y vaticina una mayor presencia del turista nacional.

«Por la información de que disponemos, habrá crecimiento rotundamente sí. Gracias a que últimamente todas las noticias de carácter económico son positivas, se genera confianza en el consumidor y estamos convencidos de que el mercado nacional se está activando, aunque muy probablemente será de última hora, como siempre», apunta. Las agencias de viaje confían también mucho en el turismo árabe tras julio, cuando acabe el Ramadán, y en mercados emergentes como el ruso.

Finalmente, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Damián Caneda, recuerda que la capital acaba de vivir el mejor invierno turístico de su historia, con una subida del 16% en las pernoctaciones, lo que abre la puerta ahora a un gran verano. «Tenemos expectativas de que va a ser muy bueno aunque en junio, de momento, las reservas no sean las más boyantes. Cada día, la última hora es más frecuente», explica.

El Ayuntamiento destaca que su apuesta viene siendo la de equilibrar la temporada turística durante todo el año, aunque los meses álgidos sean los del verano. «Tenemos un comportamiento cada vez más regular, con ofertas de festivales casi todos los meses. En nuestro caso se trata de luchar contra la estacionalidad del simple turismo de sol y playa», refiere.