El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, aseguró ayer que tanto la provincia como la comunidad necesitan muchas más empresas y que éstas sean de mayor tamaño para poder escapar de la situación de crisis. En concreto, González de Lara señaló que Málaga (que cuenta con una media mensual de unas 51.500 empresas dadas de alta en la Seguridad Social, un 1,2% más que el año anterior) requeriría de entre 10.000 y15.000 nuevas firmas para reducir al entorno de entre el 15% y el 18% la tasa de paro, que actualmente está en el 36,5% de la población activa.

El presidente de la CEM, que presentó el Informe Socioeconómico de Málaga junto a la secretaria general Natalia Sánchez, añadió que se necesitarían hasta 50.000 nuevas empresas -el doble que las actuales- para que la provincia alcanzara una situación «idílica» en la que pudiera acercarse o bajar a una tasa de paro del 10%, algo que, según reconoció, no ha ocurrido nunca, ni siquiera durante la fase de expansión previa a la actual crisis.

A su juicio, también es necesario que el tejido productivo malagueño, integrado mayoritariamente por micropymes de entre uno y tres trabajadores, ganen algo de dimensión para poder aumentar sus plantillas y poder dar el salto con éxito al mercado internacional.

«El tamaño en este caso sí importa. Y aunque hay que seguir apoyando a todas las pymes también tenemos que hacer ese esfuerzo», comentó. En este sentido recordó que las micropymes generan autoempleo entre las personas que montan un negocio pero «no son capaces de absorber el volumen de desempleo tan desproporcionado que nos rodea».

Sobre la coyuntura económica, González de Lara dijo que ve «claroscuros» que indican el «inicio de la senda de la recuperación», sobre todo por la mayor «confianza empresarial y de la sociedad» que se percibe en estos momentos. No obstante, alertó al Gobierno de la necesidad de acometer una reforma fiscal «en profundidad» y que no abarque solo las herramientas tributarias.

«No basta con dar titulares mediáticos, sino que debe asumir la responsabilidad de negociar con las comunidades autónomas un modelo mucho más simétrico desde el punto de vista fiscal», afirmó. González de Lara dijo que habría que aprovechar esa coyuntura de reformas para acometer una de intensidad con el objetivo de poner «cierto orden normativo tributario y fiscal», sin quedarse únicamente en la rebaja del IRPF o del Impuesto de Sociedades.

El responsable empresarial criticó la «elevada» presión fiscal que sufren las empresas, así como que exista «una alarmante descoordinación de políticas tributarias centrales y autonómicas», con «un modelo a todas luces ineficiente, anacrónico, injusto y asimétrico». Por ello, reclamó «un sistema tributario justo, que no incremente más la presión fiscal ni a las empresas ni a los trabajadores ni a los ciudadanos», y que luche contra la economía sumergida.

Abogó además por una reforma «profunda» de la Administración por una «desregulación de los procedimientos», criticando que en 2013 el Estado aprobara 700 nuevas normas, una cifra «demencial» que sube a 13.000 sumando a las comunidades autónomas. «Es una pesada losa para la actividad empresarial y para los ciudadanos. Cuantas más normas se deroguen, mejor. En vez de esa carrera diabólica de promulgar reglamentos, sería más conveniente simplificarlos y hacerlos cumplir», dijo.

También hizo referencia al IVA, defendiendo su bajada «todo lo que se pueda». «Este país necesita más actividad y más consumo», subrayó. Finalmente, se refirió a los 150 millones de euros que aún adeudan las administraciones a las empresas tras el último plan de pago a proveedores.