«¿Usted es la señorita que le ha dado la charla de los contenedores a mi nieto?, pues sepa que me ha echado una obligación porque yo antes tiraba las botellas a la basura», le comentó con gracia un abuelo a Inés Checa, después de que diera una charla sobre reciclaje al nieto. «Los niños lo absorben todo, damos muchas charlas de educación ambiental en los colegios», cuenta la malagueña Inés Checa, presidenta de Aulaga, aunque le guste más la palabra coordinadora.

Ella es una de las fundadoras de esta ONG malagueña que ahora cumple 15 años. «Empezamos cuatro amigos que nos conocíamos de temas de Medio Ambiente y hacíamos senderismo», cuenta. De esa amistad surgió Aulaga, el nombre de una planta muy abundante en el Mediterráneo. Y eso que hubo dudas, «porque la aulaga es un arbusto con pinchos, pero los Montes de Málaga están llenos de ella».

Desde los inicios, Aulaga, centrada en la educación ambiental, optó por no pedir subvenciones y apoyarse en las cuotas de los socios. Un punto de vista que les permite ser críticos con cualquier administración, llegado el caso. De hecho, durante 13 años no ha tenido sede y ha utilizado la de la plataforma del Voluntariado. Desde hace dos años, cuenta con un espacio cedido por el Ayuntamiento en el centro social Ángel Jurado de Segalerva, en el que han montado en la terraza un vivero urbano.

Aulaga tiene a gala sus actividades divulgativas y reivindicativas como la campaña internacional A limpiar el mundo, a la que se suma todos los años: «Hacemos una limpieza simbólica de residuos urbanos en la ciudad como la desembocadura del Guadalhorce, el monte Victoria, el arroyo Jaboneros, el Guadalmedina por la zona del colegio del mapa, Campanillas o Guadalmar», resume.

También realizan una campaña de repoblación que, cuando coincide con el Día del Árbol, tiene lugar la adopción del árbol plantado, una idea que, señala Inés Checa, «copiamos y lo digo con mucho orgullo, de Enrique Tierno Galván». Entre los lugares repoblados por la ONG, la desembocadura del Guadalhorce - «una zona que todos los malagueños debían visitar porque es una gran desconocida, una zona salvaje que tenemos ahí»-, el monte Vitoria o Gibralfaro. «Y cuando son suelos públicos, siempre pedimos permiso», aclara.

Y no hay que dejar en el tintero los diez años que de forma gratuita, una vez a la semana, los voluntarios de Aulaga han estado dando clases de cuidado de plantas a los residentes del Centro Asistencial San Juan de Dios (San José).

A la hora de hacer un balance sobre los avances en sensibilización ecológica estos tres lustros, la coordinadora de Aulaga menciona sin dudarlo la práctica del reciclaje, que va en aumento y la utilidad del teléfono gratuito del Ayuntamiento de Málaga.

Aulaga también está presente en plataformas como la de la Defensa de los Baños del Carmen. «Me gustaría que fuera público. Ha habido una concesión de muchos años y un deterioro por dejadez», argumenta.

La ONG confía en seguir divulgando los valores medioambientales de Málaga, siguiendo el dicho ecologista: «Piensa globalmente, actúa localmente».

Vecinos y ecologistas en la limpieza del arroyo Jaboneros en septiembre de 2013. Foto: A. V.