­La clínica Gálvez, que atesora 148 años de historia, se enfrenta al futuro con incertidumbre por graves problemas económicos. Los retrasos en los pagos de los seguros sanitarios y unas instalaciones que hace años que no se remodelan han llevado a sus propietarios, la familia Gálvez, a plantear a los trabajadores unos meses de tregua económica.

Ayer por la tarde, los propietarios del hospital malagueño se reunieron con una representación de los trabajadores para exponerles la situación de asfixia económica. Les bajarán el sueldo, el equivalente a la paga extra este verano. Según informaron algunos trabajadores a este periódico, los empresarios les comunicaron que si la situación no mejora tras el periodo estival, la viabilidad del centro se vería afectada.

Fuentes de la empresa informaron a La Opinión de que la voluntad de los dueños es mantener la continuidad de la clínica fundada en 1893 por el doctor Gálvez Ginachero. También explicaron que podría ser cedida a otros grupos sanitarios interesados en la misma y con los que ya se han puesto en contacto.

El histórico edificio ha visto nacer a más de 60.000 niños a lo largo de toda su historia, donde están empleados en la actualidad unos 130 trabajadores directos entre administrativos, enfermeros y auxiliares de enfermería. Además, cuenta con alrededor de 50 médicos especialistas que operan y pasan consulta en sus instalaciones.

Durante la reunión con los trabajadores, que comenzó a las 17 horas de ayer, los dueños les trasladaron la grave situación económica por la que atraviesa la empresa y su intención de reflotarla. Les comunicaron también que dos empresas de otro sector económico se habrían interesado por el edificio. El encuentro tuvo momentos de tensión cuando los trabajadores culparon a los delegados sindicales, de CCOO, de no haber sido fieles a lo decidido en la asamblea durante las negociaciones con la empresa. Finalmente, los trabajadores exigieron a los sindicalistas que abandonaran la reunión.

Las distintas fuentes consultadas reconocían ayer que la histórica clínica Gálvez lleva ya un tiempo en situación crítica y que la amplia oferta de la medicina privada, con varias incorporaciones en los últimos años en la provincia, la han hecho muy vulnerable. Además, el centro sanitario no ha realizado reformas de calado en sus instalaciones en varios años.

El edificio, ubicado enfrente de la Catedral de Málaga y que ocupa buena parte de la manzana de la calle Duque de Rivas, tiene además una dificultad añadida: es difícil acceder a él, pues la peatonalización del Centro lo ha dejado un tanto aislado.

En la actualidad, el hospital es gestionado por la cuarta generación de la familia Gálvez, que trata de reflotar el negocio que su bisabuelo montó a finales del siglo XIX y que se constituyó como la primera clínica privada de Andalucía.