El Colegio de Economistas de Málaga aseguró ayer que los últimos indicadores revelan que la provincia está retomando ya la senda del crecimiento pero de una forma «muy lenta» por la persistencia en la restricción del crédito bancario a familias y empresas. El decano del Colegio, Juan Carlos Robles, se mostró «moderadamente optimista» con la situación y apuntó que el objetivo sería que Málaga bajara del 30% de tasa de paro a lo largo del año 2015, ejercicio en el que se podrían alcanzar crecimientos del 2% del PIB a partir del mes de junio. La actual tasa de paro en la provincia es del 36,5%.

Robles, que presentó el Barómetro Económico de la provincia junto al vicedecano Antonio Pedraza, señaló que, tras haber «tocado fondo», el crecimiento económico es ya «imparable» aunque se está generando «al ralentí» y de forma «no exponencial» por la falta de liquidez que hay en la calle y porque el tejido productivo está «básicamente destruido o muy deteriorado». «Estamos en situación de crecer, pero lo haremos de forma muy lenta», reiteró.

En todo caso, los economistas recordaron que Málaga es «procíclica», lo que significa que, igual que fue una de las primeras provincias que entró en la crisis y la notó de forma más acusada, también será una de las primeras en salir y de forma más acelerada.

Los representantes del Colegio alabaron las medidas adoptadas anteayer por el Banco Central Europeo (BCE) presidido por Mario Draghi y comentaron que la reactivación del crédito bancario es la «guinda» que se necesita para que la recuperación pueda consolidarse y el crecimiento sea «más estable» y suficiente para la generación de empleo.

No obstante, recordaron que para que los bancos presten dinero hace falta también una «demanda de calidad», con empresarios que quieran «arriesgarse a endeudarse». Pedraza señaló también que la economía española vive actualmente un proceso de desapalancamiento para eliminar el sobreendeudamiento heredado de la época del boom inmobiliario previo de la crisis.

A su juicio, la recuperación económica tendrá que venir acompañada de una mejora del sector de la construcción, ya que Málaga llegó a tener más de 100.000 trabajadores vinculados a ese sector (de los que ahora sólo quedan trabajando poco más de 30.000) que tienen pocas posibilidades de reinserción profesional, sobre todo los mayores de 45 años. En este sentido, el Colegio percibe algunos atisbos de mejora en el sector inmobiliario, sobre todo por la compra de viviendas por parte de extranjeros y de inversores.

Pedraza añadió que el Gobierno central «no puede bajar la guardia» en relación con las reformas, sobre todo la de la administración pública, que sigue teniendo un volumen «muy pesado». También reclamó una reforma estructural que aligere la carga burocrática para las empresas y también una reforma fiscal que armonice la carga impositiva de las comunidades. El vicedecano del Colegio recordó que Andalucía cuenta con una de las tributaciones más altas por IRPF e Impuesto de Sociedades, lo que la hace menos competitiva que otros territorios a la hora de atraer inversiones.

Lo mejorBaja algo el desempleo

Desciende el número de parados en Málaga en términos interanuales (en mayo ya había casi 13.000 menos que hace un año). El número de viviendas vendidas aumenta durante el primer trimestre del año. Se elevan las matriculaciones de vehículos y las exportaciones se mantienen tendencia al alza. También crece el número de empresas inscritas en la Seguridad Social.

Lo moderadamente buenoMenos deudores concursados

Baja ligeramente el número de deudores concursados. El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en Málaga para 2014 es del 1,4% y las revisiones son estables e incluso al alza.

Lo peorLos créditossiguen cayendo

La cara negativa del Barómetro Económico de Málaga radica nuevamente en el descenso de volumen de crédito vivo bancario a familias y a empresas: cayó en 2.460 en el último trimestre de 2013 y, con poco más de 34.000 millones, se sitúa al nivel del año 2006. «No hay liquidez en el sistema», insisten. También se destaca la bajada de la licitación pública por parte de todas las administraciones, aunque este dato tiene cierta justificación, según el Colegio, por el objetivo de reducir el déficit.