El vandalismo baja enteros con cada brochazo que Naia Rivada, una niña de 9 años, aplica al cierre metálico de una tienda. «A los que hacen pintadas les diría que no se pueden hacer, que quedan muy mal y luego nosotros tenemos que arreglarlo», razona. A su lado su padre, Ángel Luis Rivada, también ha cambiado el descanso dominical por la brocha y la escalera. «Si vivimos aquí, al fin y al cabo hay que aportar un poco».

Padre e hija son dos del casi medio centenar de personas, entre vecinos de la zona, voluntarios y comerciantes, que ayer domingo se propusieron embellecer la calle Carretería retirando pintadas de persianas metálicas, paredes, puertas y mármoles.

La asociación de vecinos de la calle Andrés Pérez está detrás de esta idea. «Han estado estudiando la paleta de colores, han pedido permisos... no es algo hecho a la suerte», precisa la concejala del Centro Gemma del Corral, que ayer se unió a los vecinos. El presidente de la asociación, Francisco Santos, cuenta que el colectivo ha logrado embellecer en el último año la calle Andrés Pérez, Pozos Dulces, la plaza de las Penas, el muro de las Catalinas... y la calle Carretería la harán en tres tandas. «El alcalde se ha pasado y nos ha dicho que le gustaba mucho la actividad», recuerda, y explica que cuentan con un presupuesto de unos 7.000 euros, costeado con las cuotas vecinales, la ayuda de varios organismos municipales y el Museo Carmen Thyssen. En concreto, precisa Gemma del Corral, el Ayuntamiento ha colaborado con cerca de 5.000 euros, lo que permitido además contratar a una empresa para quitar las pintadas de los mármoles. Entre los voluntarios ayer estaba May, responsable de la tienda Zara de Liborio García y vecina del barrio. «Es la primera vez que colaboro, la asociación de vecinos de la calle Andrés Pérez es el motor de todo esto. Hacía falta y está habiendo una mejora». También lo piensa la austriaca Nani Grellet, que hace tres años cambió con Dieter, su pareja, Viena por el Centro de Málaga. A punto de trasladarse a vivir a calle San Juan, confiesa que del Centro le atrae «su cultura y su belleza». Una belleza ahora en las manos de los vecinos.