­La dirección de Limasa ha advertido de que no volverá a contratar a los eventuales que rechacen, cuando llegue el momento, la firma de un contrato que los convierta en fijos discontinuos para trabajar cuatro días al mes, según denunciaron miembros del comité de empresa tras una nueva reunión maratoniana de cerca de seis horas que mantuvieron en la tarde noche del lunes representantes del comité de empresa, de la dirección de Limasa y del Ayuntamiento.

La reunión, pese a su larga duración, resultó infructuosa y con posiciones muy alejadas que auguran un escenario conflictivo en las próximas semanas.

El primer punto de desencuentro nace a partir del requerimiento de la Inspección de Trabajo a la empresa para que haga fijos a 73 trabajadores del Centro Medioambiental de Los Ruices (CAM). El comité exige que todos ellos sean contratados «a tiempo completo, es decir las 35 horas que tenían el año pasado. La empresa se compromete a hacerlos fijos pero con la carga de trabajo que tengan actualmente, que para la mayoría son tres días a la semana.

Las diferencias y la tensión son aún mayores en el caso de los eventuales del servicio de limpieza. La empresa dice que hay unos 70 trabajadores de este servicio que están en la misma situación que los del CAM, por lo que propone hacerlos fijos también. Pero la propuesta es hacerlos fijos discontinuos 9 meses al año para trabajar domingos, festivos y algunas fechas de Semana Santa y Feria, en total entre 70 y 80 días al año. La propuesta es igualmente rechazada con rotundidad por el comité de empresa.

Es en este punto donde la empresa, según la denuncia referida por miembros del comité, ha amenazado con relegar a los últimos lugares del listado de la bolsa de trabajo a los eventuales que se nieguen a firmar ese contrato de fijos discontinuos, con lo que no volverían a tener trabajo en muchos meses.

El comité ha anunciado su rechazo absoluto a estas propuestas y su compromiso de pelear por obtener contratos fijos a jornada completa para estos eventuales.

El presidente del comité, Manuel Belmonte, advirtió del «grave deterioro de las relaciones laborales a causa de la actitud de la empresa y auguró una situación conflictiva en los próximos meses, «pues la plantilla está harta y cansada de los intentos de machacarnos».