­El consejo rector de la Escuela de Hostelería La Cónsula, en Málaga capital, dio ayer luz verde a la solicitud de un préstamo de 700.000 euros destinado fundamentalmente al pago a proveedores y también de las nóminas del conjunto del año.

En un rápido encuentro celebrado a petición del Gobierno andaluz, se acordó ayer este único punto del orden del día y se decidió que dicho consejo rector, conformado por la Junta (80 por ciento) y el Ayuntamiento de Málaga (20 por ciento) celebre un nuevo encuentro próximamente. Según informaron a Europa Press fuentes municipales, se dio el visto bueno para autorizar la solicitud de dicho préstamo a Unicaja Banco.

El pasado 30 de mayo el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, firmó un decreto para transferir 213.299 euros a la escuela de hostelería con la única finalidad de pagar las nóminas de los trabajadores adeudadas desde febrero hasta mayo y los seguros sociales de abril, evitando así también un recargo de entre 4.000 y 5.000 euros.

Esa medida fue aplaudida por la Junta de Andalucía, que precisó, no obstante, que ese dinero era con cargo a la deuda municipal con el consorcio, cifrado por la Consejería en 1.000.188 euros. Frente a esto, Caneda incidió en que no existía tal deuda y que había un acuerdo tácito entre ambas administraciones por el que el Consistorio cedía las instalaciones y mantenía los jardines. Solo en esto último, puntualizó, en nueve años se han gastado más de 1,1 millones.

Tras el pago de las nóminas, el pasado 2 de junio los trabajadores de La Cónsula decidieron aplazar las movilizaciones previstas por la situación del centro, a la espera también de que se solicitara el préstamo de 700.000 euros.

La situación llegó a tal punto de tensión que los trabajadores emitieron un comunicado el 29 de mayo exigiendo el abono íntegro de las nóminas atrasadas, un documento en el calificaban de «grave» la situación de impago.

El colectivo, formado por una veintena de empleados, aclaraba que seguían sin «sin tener un futuro estable dentro del tejido educativo andaluz como escuela pública», y aludían a que se está «jugando con el futuro de los alumnos que aquí se forman».

Los empleados piden un sistema de financiación «formalizado que no dependa de subvenciones y que permita el pago dentro de los plazos establecidos», y recordaban que «de esta formación se nutre la industria hotelera, siendo la principal fuente de ingresos de la que depende la comunidad andaluza».

Más allá de la coyuntura de los impagos, se quejaban de «buenas palabras y las reuniones infructuosas», y reclamaban una solución efectiva que pasa por un plan de viabilidad económico-financiera de la escuela pública como centro internacional de referencia entre las instituciones formativas del turismo. Por ahora, la liberación de dinero por parte del Consistorio y el préstamo de la Junta permiten respirar a La Cónsula.