­La Unión Nacional de la Milicia Universitaria de Málaga (UNAMU/MA) organizó una conferencia el pasado día 3 que con el titulo LX Aniversario de las Fuerzas Paracaidistas del Ejercito de Tierra (1954-2014) fue impartida por Juan M. Antón Ordoñez, general de División. El acto se celebró en la Sala Cultural de Cajamar de la Alameda Principal. De este modo se homenajeaba a las Unidades Paracaidistas del Ejército de Tierra, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas 2014. Entre los asistentes se encontraba el coronel jefe de los veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil de Málaga Carlos Valero.

En la organización colaboraron los Veteranos Paracaidistas de Málaga (VEPAMA), el Foro para la Paz en el Mediterráneo y Cajamar.

Abrió el acto el presidente de UNAMU/MA, Francisco Javier Rodriguez Cánovas, que citó a las personalidades militares y civiles que en años anteriores fueron protagonistas de eventos de la misma naturaleza.

La presentación del conferenciante la llevó a cabo Ángel Moreno Josa, general de división del Ejército del Aire.

El general hizo una semblanza del general Antón y destacó su espíritu de sacrificio, tenacidad, esfuerzo en el cumplimiento del deber, amor a España, preocupación permanente por sus subordinados y un gran sentido del humor. El general Moreno aprovechó la oportunidad para lanzar la propuesta de organizar un homenaje al general Antón por sus cualidades profesionales y humanas, así como por su amplia hoja de servicios y condecoraciones. La propuesta fue muy bien acogida por los asistentes.

El conferenciante, acompañado del numeroso público que llenaba la sala (familiares, amigos, compañeros de armas, el coronel jefe del 4º Tercio de la Legión de Ronda, miembros de VEPAMA y UNAMU/MA, hermanos mayores de varias cofradías de Semana Santa, etc.) demostró un alto grado de conocimiento de la materia. Entre los datos que aportó, la fundación de la 1ª Bandera Paracaidista del Ejército en 1954 por el entonces comandante Tomás Pallás Sierra. También habló del primer salto en paracaídas de dichas unidades en aviones Junker y Savoia en febrero del 54; el traslado a Sidi-Ifni en 1956 para la pacificar la zona; el primer salto de guerra en Tiluin (Ifni) el 29 de noviembre del 57; el segundo salto de guerra en el 58 en el que participó el general Antón como capitán al mando de una sección de ametralladoras y describió con detalle las acciones estratégicas de la guerra del Sidi Ifni sin dejar atrás un buen caudal de anécdotas.