La presidenta vecinal, Ana María Naumann, enumera los animales con los que conviven los vecinos de Cortijo de Maza: «Tienen cabras, gallinas, cerdos, caballos, conejos y sin condiciones higiénicas». Ana María señala hacia un grupo de casas a pocos metros de la urbanización, separadas por un pequeño bosque de eucaliptos, de propiedad municipal. Sin embargo, las casas se encuentran sobre una realenga que pertenece a la Junta de Andalucía.

«Cuando empecé con la asociación hace 15 años había seis o siete casas, pedí al entonces concejal de Churriana, Hazañas, que hiciera un inventario y hoy hay más de 20 casas y siguen haciendo plantas», cuenta Juan Antonio Quintana, antiguo presidente de la asociación de vecinos. En su opinión, «la realenga es de la Junta de Andalucía pero los permisos de obra son del Ayuntamiento. Aquí todos son culpables».

Las quejas continúan, porque los vecinos mencionan otros problemas. «Las casas son todas ilegales, algunos dicen que tienen derechos adquiridos pero eso es que en España las cosas pasan por dejación de funciones», comenta Juan Antonio Quintana, que señala que los vecinos de la realenga «tienen todos el agua y la luz enganchada y no tienen saneamiento, lo conectan de donde pillan y hay malos olores».

El pasado jueves, los concejales de Churriana, José del Río y de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, visitaron el barrio y se centraron en el problema de las casas de la realenga, y en concreto en las ocho más próximas al Cortijo de Maza.

El concejal Raúl Jiménez informó a los vecinos de que el Ayuntamiento ha podido recabar datos del abastecimiento de agua y saneamiento de seis de las ocho casas más próximas a la urbanización, «todas tienen contrato de abastecimiento desde hace más de 15 años y los saneamientos son correctos».

Raúl Jiménez comentó además que para formalizar el contrato con Emasa, los propietarios de las viviendas presentaron todos contratos de compraventa o de alquiler.

Mientras habla, Lola, una vecina, señala que la presencia de animales provoca la presencia de «moscas, mosquitos, moscardas y ratas» y Ana María Naumann detalla que en el parque municipal se ha celebrado más de una vez una matanza.

Ante las quejas, el concejal de Medio Ambiente señala que la inspección de animales «es una competencia de la Junta de Andalucía» y con respecto a las casas, recuerda que «no hemos encontrado ninguna ilegalidad y no podemos hacer nada porque el propietario es la Junta de Andalucía y tendrá que ser el propietario el que decida qué hacer con las casas».

A este respecto, el concejal de Churriana, José del Río destaca que si la Junta dice que las casas son ilegales, los vecinos de la realenga «no podrán acogerse a un enganche de Emasa o de Sevillana para decir que son legales».

José del Río también aprovechó para comentar a los vecinos que el Ayuntamiento no puede adelantar el vallado del parque hasta las casas de la realenga, como pide la asociación de vecinos, en tanto no se dirima si las casas son legales o no. Para Ana María Naumann, en muchos casos se trata de personas que ya cuentan con otra vivienda en Cártama, Alhaurín de la Torre o Torremolinos. «La mayoría está aquí para ver si puede coger dinero», considera Juan Antonio Quintana.

Este diario intentó contactar ayer sin resultado con el delegado de Medio Ambiente de la Junta, Javier Carnero.