Guillermo Plata Pérez se convirtió ayer en el estudiante de segundo de Bachillerato más brillante de la provincia, al lograr una nota de 13,887 sobre 14 en la prueba de Selectividad. Sin embargo, reconoce que su excelentes resultados académicos no están basados en unos años de absoluto sacrificio. Aunque le cuesta recordar un solo día en el que no haya dedicado al menos unas pocas horas al estudio, desde siempre ha salido los fines de semana con sus amigos y ha practicado su deporte favorito: el fútbol. Paradójicamente va a prepararse para ser médico. Pero su sueño hubiese sido ser estrella del balompié. Ayer nos atendió en el IES Miraya del Mar de Torre del Mar, donde ya se ha convertido en una auténtica «celebridad».

¿Cuándo se enteró de la noticia de que ningún otro estudiante le superaba en cuanto a la nota final de Selectividad?

Fue el jueves por la tarde. Me llamaron de la Universidad de Málaga y al principio me costó creerlo. En Matemáticas creía que iba a sacar menos nota y al final obtuve un diez. En cualquier caso me esperaba una prueba más difícil.

Usted llega a Selectividad con una media de diez. ¿Cómo se logra un resultado así?

A base de constancia. He hecho mucho deporte, sobre todo fútbol, y he salido todos los fines de semana con mis amigos. Pero no recuerdo un día que no haya estudiado. Es cuestión de que si quieres salir, por la mañana tienes que completar tu estudio. Y si te queda algo repasas por la tarde. Lo importante es estudiar todo el año.

Menciona el balompié. ¿Cuál es su equipo favorito? ¿Ha llegado a jugar en algún club?

Cuando era cadete estuve entrenando en el equipo de La Vega, aquí en Torre del Mar. Pero no sé si llegué si quiera a debutar. Mi sueño hubiese sido ser futbolista. Aunque ahora tenga casi decidido seguir los pasos de mi hermano o de un tío mío y estudiar Medicina. Pero siempre me ha gustado mucho el fútbol. Cuando era pequeño era del Real Madrid porque me gustaba Raúl. Pero desde hace unos años mi equipo es el Málaga CF. He dejado a un lado lo de ser madridista, porque en realidad lo era por un jugador.

¿De este Málaga que ha logrado el sueño de llegar a acariciar las semifinales de la Champions con qué futbolista se queda?

Con Toulalan. Era mi jugador favorito y con él he disfrutado mucho mientras ha sido futbolista en el Málaga CF.

Su familia, por los antecedentes que ha expresado, entiendo que siempre ha tirado hacia las ciencias.

Paradójicamente mis padres, Mercedes e Ignacio, son profesores de Lengua. Pero ni mi hermano ni yo hemos elegido esa rama. De hecho a mí no se me han dado bien las letras. Nunca me ha gustado demasiado leer. Así que me decanté por Ciencias de la Salud, aunque por otro lado también me ha gustado mucho desde que era pequeño pintar. También se me daba bien la plástica.

¿Imagina incluso una especialidad futura como médico?

De momento no. Mi hermano, que tiene 24 años, se prepara para cirujano y mi tío ya lo es. Pero no sé en qué me especializaré el día de mañana.

¿Hasta qué punto le molesta que, injustamente, se generalice sobre la dedicación de los jóvenes españoles al estudio?

Me duelen muchas cosas. Que si algunos entran por el morro en los ciclos superiores. Que haya algunos casos no quiere decir que los que obtenemos buenos resultados no trabajemos duro.

Háblenos de su instituto, del Miraya del Mar de Torre del Mar, o de los resultados obtenidos por otros compañeros de clase.

Tengo que reconocer que conmigo, en 2º BCA, varios amigos podrían haber tenido también la misma suerte que yo. Andrea Premoli, con 13,3, Tom Stoelers, con 13,2, o Sergio Marín, con 12,3, van a poder estudiar Medicina como yo. Y también ha sido muy brillante Anabel Segovia, que con 13,1 estudiará Farmacia. Volver al instituto y que los profesores te digan que es un orgullo haberte dado clase es muy bonito. Pero también poder comprobar que en tu clase hay otros expedientes brillantes.

Su peor momento¿Recuerda uno de esos malos momentos que el alumno brillante sufre por no ser el mejor?

En mi primer examen de Bachillerato, de inglés, saqué un siete. Creo que iba demasiado confiado. Y lo pasé mal porque estaba acostumbrado a sacar mejores notas. Pero aquello me sirvió para recuperar la atención y finalmente obtuve un diez como nota final.

Asignatura pendiente¿Cómo afronta el verano, al margen de que tenga que cursar su matrícula universitaria?

De momento quiero prepararme para obtener el carné de conducir. Será lo único que haga en materia de estudio, porque necesito descansar un poco después de un curso tan exigente y de toda la presión que supone preparar la Selectividad. Me espera sólo la autoescuela.