El escultor malagueño Miguel Berrocal (Villanueva de Algaidas, 1933-Antequera, 2006) realizó la obra en 1989 para la urbanización Pinos del Limonar, en la calle Sierra de Grazalema. Los primeros años era un hermoso conjunto de fuente bodegón y escalinata con surtidores por los que caía el agua. La obra, realizada en Verona, contaba además con un motor para subir el agua. El decreto de sequía de 1995 cerró el grifo y empezaron los actos vandálicos: las escalinatas se convirtieron en rampa de juegos para jóvenes con monopatines y llegaron las losetas rotas y las pintadas, mientras el paso del tiempo también dejaba su marca en la fuente.

La Fundación Escultor Berrocal ha pedido al Ayuntamiento de Málaga la retirada urgente de la fuente, para desmontarla y que pueda ser trasladada al taller del artista, en Villanueva de Algaida, y así evitar que siga el deterioro.

«Los tres objetos que hay sobre la mesa están en buen estado y necesitan una simple limpieza, mientras que el resto requiere una restauración porque ha sufrido daños», explica Carlos Berrocal, hijo del artista, que precisa que la semana que viene la Fundación Escultor Berrocal se reunirá con responsables de Urbanismo.

Carlos Berrocal detalló que en una fase previa se hará un escaneo tridimensional de la obra, «de la que solo hay planos sobre papel y es una forma de proteger el patrimonio de cara a posibles daños».

El hijo del artista recalcó que se trata de un conjunto artístico, formado por el vaso octogonal, la fuente y la escalinata, además de los jardines, por lo que el objetivo último debe ser la rehabilitación de todos sus elementos.

En este sentido, José Miguel Ramos, administrador de la entidad de conservación de Pinos del Limonar, reconoce que en el contrato del artista queda claro el derecho de autor sobre la obra que impide soluciones aportadas por los vecinos en años anteriores: trasladar la fuente a una glorieta vecina y eliminar las escalinatas.

El administrador destaca que la fuente es propiedad municipal, aunque el mantenimiento corresponde a la entidad de conservación, «pero hacer frente a los actos vandálicos no entran dentro de ese mantenimiento».

Precisamente el miércoles hubo reunión de la entidad, en la que se acordó presentar al Ayuntamiento un escrito de queja, ante la pésima situación de la fuente. Además, los vecinos anuncian que van a tomar «acciones reivindicativas». «Llevamos muchas reuniones y pérdidas de tiempo y además la fuente está junto al vial de cornisa, en la entrada de Málaga», resumió José Miguel Ramos, que hizo referencia al alto precio para rehabilitar la obra: unos 200.000 euros.

El gerente de Urbanismo, José Cardador, confirmó ayer esta cantidad y reconoció que la solución más sencilla, restaurar la fuente y quitar la escalinata, «desvirtuaría la obra» y no es posible. En todo caso las obras de rehabilitación de todo el conjunto, señaló, no las puede afrontar el Ayuntamiento en estos tiempos. «Ahora mismo hay otras prioridades».

Por su parte Carlos Berrocal señaló que la fundación propondrá que la rehabilitación del conjunto contemple medidas para frenar el vandalismo como el regreso del circuito del agua, un nuevo proyecto de iluminación e incluso cámaras de seguridad, si fuera posible. Por último, abogó por buscar patrocinadores para que la rehabilitación no recaiga toda en el Ayuntamiento y así se acelere. La fuente de Berrocal, fuente de problemas.