El metro de Málaga abrirá sus puertas en pocas semanas y buscará revolucionar el transporte público en la ciudad. Para ello cuenta con dos armas: un sistema de transporte que no se verá afectado por el tráfico o los semáforos y un precio similar a la EMT, de 1,35 euros el viaje.

El viajero que entre en una parada del metro en la Carretera de Cádiz se encontrará, como primera impresión, unas estaciones pensadas en dos plantas, con un gran espacio diáfano que evite las esquinas y ofrezca una buena visión. Esta es una de las exigencias básicas en el diseño de las estaciones, ofrecer una sensación de luminosidad y seguridad al usuario. Además del diseño, se ha contemplado un circuito de televisión cerrado que vigila constantemente cada una de las paradas, que se vigilan desde el centro de control de Metro Málaga junto a Los Asperones.

La primera planta se dedica a las canceladoras de billetes. El usuario podrá optar entre comprar un tique normal, con un precio de 1,35 euros el trayecto, o por una tarjeta monedero que podrá recargar con una cantidad que oscile entre los 5 y los 20 euros. Esta opción, además, asegura viajes más baratos, de 82 céntimos.

En cualquier caso el título es el mismo. Una tarjeta sin contacto, con el logo del metro de Málaga que recuerda al ojo de una jábega y que es reutilizable. Sea cual sea la opción de billete elegida, se podrá guardar y cambiar el modelo de pago.

Las máquinas que dispensan los billetes se encuentran adaptadas para las personas con alguna deficiencia sensorial y los tornos para acceder a la estación son para tarjetas sin contacto, que evitan tener que introducirlas en una ranura y agiliza la entrada de los viajeros.

Los andenes serán centrales, con las vías para cada sentido a los lados y una longitud de 66 metros, que es el doble de la longitud habitual de los trenes, que será de 33 metros. Esto permite que los andenes puedan recibir dobles composiciones de trenes para momentos de mucha demanda.

Los trenes pasarán cada siete minutos y medio, salvo en festivos y a partir de las 20.00 horas, que lo harán cada 10 minutos. Al menos en los dos primeros años. Conforme se incorporen nuevos tramos, el tránsito de vehículos será más habitual. Su llegada, no obstante, será avisada en las estaciones y los trenes llevarán un luminoso con el destino.

Los trenes han sido construido por CAF en la planta que tiene esta empresa en Linares. Son de plataforma baja, lo que facilita el acceso al eliminar cualquier barrera. El diseño interior es de la empresa Italdesign Giugiaro, que realiza trabajos para marcas como Toyota, BMW, Ferrari, Alfa Romeo, entre otras. Está pensado para dar sensación de amplitud, permitir el paso de los viajeros con facilidad, ofrecer asideros suficientes y estar adaptados a personas con movilidad reducida.

En total se ofertan 221 plazas en unos trenes que incluyen tecnología de ahorro de energía, aprovechando el frenado para recuperar hasta el 20% de la electricidad consumida.

El tiempo máximo de viaje -entre los extremos de la línea- rondarán entre los 18 minutos para la Línea 1 y los 12 minutos para la Línea 2, con final ambas en El Perchel. No hay semáforos ni les afecta el tráfico. De hecho, en superficie, tienen prioridad de paso sobre los coches. Además, ya se trabaja para permitir el trasbordo con la EMT, a un precio de 66 céntimos.