La peatonalización del entorno de la Catedral será un hecho para la primavera de 2015. El Ayuntamiento de Málaga adjudicará a Conacón la ejecución de este proyecto, con un presupuesto de 2,79 millones de euros y siete meses de plazo.

Las obras comenzarán tras el verano, una vez que la adjudicación se haga efectiva y la empresa termine los trámites previos. Esto supone que entre marzo y abril se habrá completado la remodelación del entorno de la Catedral, eliminando el tráfico de Postigo de los Abades y Molina Lario.

Previo al inicio de las obras, la empresa debe efectuar una serie de trámites previos como conseguir los permisos de arqueología de la Junta de Andalucía y presentar los planes de seguridad y salud ante la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Este proyecto supondrá la remodelación de una superficie de 10.100 metros cuadrados, reordenando el tráfico en Cortina del Muelle, que pasará a tener doble sentido de circulación para compensar el cierre al tráfico del lateral sur de la Catedral.

La obra proyectada comprende el tramo final de la calle Molina Lario -entre la plaza del Obispo y la plaza de la Marina- y el arreglo de las calles Postigo de los Abades, Cortina del Muelle, Cañón, Charlie Rivel y Don Juan de Málaga.

La oferta de Conacón supone una importante rebaja respecto al presupuesto de licitación, que rondaba los 4,3 millones de euros, además de rebajar en dos meses el plazo inicial de obra, estipulado en el proyecto original en 9 meses.

Esta actuación contempla la renovación de la pavimentación con piedra natural, calizas y granitos, con tratamiento superficial; al tiempo que se mejorará la infraestructura de servicios urbanos, como son redes de saneamiento, abastecimiento de agua potable, alumbrado público, soterramiento de cables de electricidad y telecomunicaciones, baldeo, red de cámaras y contenedores soterrados.

El diseño de este entorno busca eliminar elementos vegetales que lo tapan o cubren en el entorno de la calle Cañón, eliminar barreras urbanísticas, eliminar usos del viario que afectan a este espacio turístico (aparcamientos de coche de caballo, contenedores, etc.) y mejorar el atractivo turístico al hacer peatonal este espacio.

Molina Lario queda libre del tráfico, eliminando aparcamientos de coches de caballos, taxi, entre otros, pero mantiene el acceso del tráfico residencial de los vehículos autorizados por el lateral. El resto se diseña como un espacio peatonal abierto, despejado de elementos urbanos que oculten la Catedral.