No dejan de parecer tétricas y olvidadas guirnaldas, aunque sean guirnaldas tecnológicas. «Ya van a poner dos ristras más», lamentaba el pasado miércoles Manuel Gómez, un vecino.

La instalación estos días por parte de Telefónica y Jazztel de sendos cables de telefonía móvil se suman a la gavilla de cables que ya lucen todos los bloques de la barriada de Sixto, en la Carretera de Cádiz, ha indignado a la asociación de vecinos, que cree que el barrio muestra «una imagen tercermundista» y hay que acabar con la situación.

La asociación alega además incumplimiento y falta de transparencia por parte de las compañías. «Yo soy presidente del bloque y dí el visto bueno si a cambio se comprometían a quitar los cables que no sirven, pero no han hecho nada de eso, mientras que en otro bloque, a la presidenta le dijeron que sólo podrían una cajita negra», cuenta José Pérez, presidente de la asociación de vecinos de Sixto, que critica que la instalación es algo más que una cajita negra pues consiste en colocar a lo largo de las fachadas grapas «de cuatro garras» para sujetar los dos cables.

Para el presidente vecinal, esta práctica puede ser perjudicial para los bloques: «Las grapas taladran la pared y provocan que, con la lluvia, la humedad se cale». José Pérez cuenta además que las mayoría de los bloques del barrio acaba de pasar la Inspección Técnica de Edificios: «Ahora que hemos tenido la ITE, vienen con los cables, en eso no se ha fijado Urbanismo», critica.

La asociación ha enviado sendas denuncias a la Gerencia de Urbanismo y al distrito, «pero el Ayuntamiento todavía no ha contestado», informa. «Lo que queremos es que pongan todos los cables canalizados y que reparen la pared», dice el presidente, que recuerda que en Parque Mediterráneo, «no hay ni un cable». También resalta que, ahora que se va a inaugurar el metro con la vecina estación, la barriada de Sixto ofrece en la avenida de Velázquez su fachada más antiestética.

A su lado está Agustina, vecina del barrio, que resume con esta frase la situación actual del barrio a causa de los cables: «Es horroroso, los cables no deben existir».

«Urbanismo está para vigilar y multar, eso está contra la ley», zanja José Pérez. Habla entre dos bloques, mientras las guirnaldas cruzan el cielo.

Ayer habló con La Opinión el concejal de Urbanismo Francisco Pomares, que aseguró que las obras no cuentan con licencia y por tanto «son ilegales», por lo que hoy mismo mandará un inspector. «No estamos dando licencia para poner cables por arriba», indicó, al tiempo que explicó que el Ayuntamiento ha elaborado un proyecto para la calle Pepote de Pedregalejo, en la que la acumulación de cables en las fachadas «es terrible». Con una inversión de 209.000 euros, las obras incluyen la canalización subterránea de los cables.

«El Ayuntamiento está muy vigilante con los permisos para cableado. Evidentemente en las zonas antiguas hay que hacer un proyecto de soterramiento pero si son compañías nuevas les ponemos muchísimas pegas con las licencias», planteó.

Francisco Pomares reconoció que «una ciudad moderna», no puede permitirse zonas con una maraña de cables. Los nuevos de Sixto, al menos, son ilegales.