La Gerencia de Urbanismo y la Fundación Berrocal acordaron el pasado día 4 de julio la retirada urgente de un bodegón realizado en 1989 por el escultor malagueño Miguel Ortiz Berrocal (Villanueva de Algaidas, 1933-Antequera, 2006) para la urbanización Pinos del Limonar, en la calle Sierra de Grazalema.

El bodegón, del que se han desprendido un par de trozos, forma parte de un conjunto escultórico con una escalinata con canales para el agua, rota por el uso continuo de los patinadores.

Carlos Berrocal, hijo del artista y patrono de la Fundación Berrocal, que asistió a la reunión, explicó que el objetivo es trasladar la escultura, formada por una mesa y tres objetos apoyados sobre el plano, «para salvaguardarla en caso de derrumbe e iniciar la fase de estudio», aunque precisó que todavía no se ha realizado el proyecto de rehabilitación del conjunto.

La escultura será enviada al taller de Miguel Berrocal en Villanueva de Algaidas para realizar un escaneado en tres dimensiones así como un trabajo de «ingeniería inversa», dijo Carlos Berrocal, que sirva de base para la futura restauración. El hijo del artista explicó que la ingeniería inversa consiste en conocer «de manera virtual», la forma en al que encajan todos los elementos de la obra. «Se intenta establecer el procedimiento por el cual se ha construido, es la fase más compleja porque la obra tiene elementos de acero, piedra e hidráulica», planteó.

Carlos Berrocal dio por seguro que la retirada de la escultura, la pieza principal del conjunto, se llevará a cabo en este mes. En cuanto al traslado, la concejala del distrito Este Carmen Casero informó de que costará alrededor de 6.000 euros. «Queríamos hacerlo con una empresa que nos hace las ejecuciones subsidiarias pero la fundación planteó por el mismo precio una empresa que considera que le da muchas garantías», destacó.

Como adelantó a final de junio La Opinión, el precio estimado de la rehabilitación del bodegón y la escalinata rondaría los 200.000 euros, una cantidad de la que en estos momentos no dispone el Ayuntamiento. «Ahora mismo hay otras prioridades», dijo entonces el gerente de Urbanismo José Cardador.

En cualquier caso, Carlos Berrocal sí adelantó que la piedra utilizada ­piedra de Vicenza­ «lamentablemente no es la ideal para la fuente porque es relativamente tierna», de ahí que la fundación haya propuesto, cuando se rehabilite el conjunto, volver a realizar la mesa con piedra distinta que podría ser de Málaga. «Aunque no es seguro cien por cien, parece que tiene la misma tonalidad blanca y amarillo claro pero con mejores características». Los tres objetos que forman el bodegón no serán sustituidos «porque sólo hace falta limpiarlos».

Según dejó escrito el propio Miguel Ortiz Berrocal, además de diseñar el conjunto escultórico dibujó el jardín, «por miedo de que me hicieran un entorno que no correspondiera ni tuviera unidad». En 1995 el decreto de sequía dejó la fuente sin agua, que salía de la escultura y bajaba en cascada por los canales, para ser recuperada luego por medio de una bomba.

José Miguel Ramos, administrador de la entidad de conservación de Pinos del Limonar, entiende el traslado aunque también resalta que el conjunto quedará ahora «mucho más desangelado».