La foto tiene algo más de un siglo. Una niña de unos seis años barre la puerta de una taberna que sólo se anuncia con el letrero Aguardiente, en la cuesta de tierra de la calle Real. Al fondo, la Casa Grande, la imponente mansión del marqués de Iznate, parte de cuya finca cedió a los jesuitas para la construcción del colegio San Estanislao de Kostka.

Al lado, una fotografía de las Cuatro Esquinas, de hacia 1910. «Thomas, el fotógrafo, avisó que al día siguiente se pasaría para hacer una foto, por eso las niñas que aparecen tienen trajes de domingo», explica Falele Rodríguez, de la asociación de vecinos del Palo.

Con motivo de la Feria del Palo, la asociación acoge desde ayer y hasta el próximo lunes 21 la exposición El Palo. Fotografías del siglo XX (1910-1963), que ha sido posible gracias a la Universidad de Málaga y el Centro de Tecnología de la Imagen (CTI), que ha aportado los fondos. Además, la exposición cuenta con la colaboración del distrito Este.

Thomas, Roisin y Bienvenido Arenas son los tres fotógrafos que han inmortalizado más de medio siglo del barrio y en el caso de la casa Roisin, instantáneas la mayoría de las cuales han cruzado el globo en forma de tarjetas postales.

«El Palo es un sujeto fotográfico importante, es muy curioso este fenómeno», cuenta Javier Ramírez, director del CTI. Ocurrió con el propio Thomas, que fotografió varios rincones del Centro de Málaga pero se detuvo especialmente en El Palo.

También fascinó a Lucien Roisin o a los fotógrafos que trabajaban para él. En cualquier caso, se quedaron prendados de las casas de la playa en los años 20 y 30, sin duda las fotografías más emotivas y que constatan, como resalta Falele Rodríguez, la existencia de una importante colonia gitana.

Además, hay hueco para los tipos populares como el Camión, un popular cenachero -quién sabe si no participó en las carreras de cenacheros que en los años 30 se celebraban en la Feria del Palo-.

Pero sin duda las fotos que más emoción levantan son las que recogen El Palo en los años 50 y 60. De 1954 son una serie de fotografías que recogen la entrega de las últimas viviendas protegidas del canon reducido, con el gobernador Manuel García del Olmo.

«Las personas mayores que aparecen ya no viven pero sí sus hijos, que tendrán unos 75 años», destaca Falele Rodríguez.

El director del CTI, Javier Ramírez, confirma que el centro cuenta con fotos de anteriores entregas de casas a vecinos de 1948, pero hay que localizar, «lata a lata del negativo, extenderlo, cortarlo y prepararlo para la digitalización» en la ingente donación del fotógrafo Bienvenido Arenas: nada menos que 400.000 negativos.

También hay fotos de multitudes el día de la inauguración del mercado del Palo, con el alcalde García Grana. Paco Leal, de la asociación de vecinos, ha podido localizar en un puesto de frutas, con el uniforme a estrenar, a su padre, Paco, y a su hermano, Manolo. La asociación quiere agradecer la buena disposición del CTI, que donará las fotos enmarcadas, «que se van a quedar ya como patrimonio de la asociación, expuestas», señala Falele, que quiere que los vecinos se queden con copias de esas fotos, a cambio de fotos antiguas que halla en sus casas, para que pueda escanearlas el CTI. Un trueque para preservar la historia en imágenes del Palo.