Dos sesiones del Consejo de Gobierno y la firma de un nuevo contrato de concesión del metro de Málaga han sido necesarios para desbloquear los trámites necesarios para confirmar la inauguración del suburbano el 30 de julio. Así, la firma ayer del nuevo contrato de concesión con Metro Málaga despejó finalmente el camino para que los primeros viajeros empiecen a usar esta infraestructura a finales de mes.

El contrato fue firmado por el director general de Metro Málaga, Fernando Lozano; y el gerente de la Agencias de la Obra Pública de Andalucía (Aopan), Antonio Tallón. Con esta rúbrica se asumen las nuevas condiciones del contrato, con el cambio del trazado acordado en noviembre de 2013 con el Ayuntamiento de Málaga y los costes de explotación actualizados a 4,21 euros por viajeros.

Estos costes suponen cerrar en un máximo de 70 millones de euros anuales la aportación de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga para asegurar el mantenimiento del metro y subvencionar el billete, que se queda en 1,35 euros en el caso del viaje sencillo y en 0,82 euros para los bonos.

La firma de este contrato era además la condición impuesta por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para abonar los 46 millones de euros que faltaban del crédito de 325 millones de euros concedidos a esta obra. Este dinero es, además, necesario para poner en servicio el metro, algo que ya cuenta con todos los parabienes legales y financieros, eso sí, con cinco años de retraso.

Esta renovación del contrato permite completar así la inversión total ejecutada por Metro Málaga, que alcanza los 523,92 millones de euros, que tendrá que devolver la administración a cargo de la aportación anual a la concesionaria de 70 millones de euros. El resto de la inversión en marcha o pendiente procede de las subvenciones efectuadas durante la ejecución de la infraestructura por parte de la Agencia de Obra Pública, así como del capital social de la sociedad concesionaria.

El metro de Málaga comienza el 30 de julio la primera fase de explotación comercial, que abarca las líneas 1 y 2 hasta el intercambiador El Perchel-María Zambrano, equivalente al 81% de la infraestructura prevista. A partir de ese momento espera captar 3 millones de desplazamientos este año y 5 millones en 2015, cuando cumpla el primer ejercicio completo.

Entre los años 2015 y 2017 se terminarán los tres tramos pendientes de finalizar, es decir, el 19% restante, que corresponde al trazado entre El Perchel y Guadalmedina, cuya entrada en servicio se prevé a finales de 2016; Guadalmedina-Atarazanas, y la prolongación de la línea 2 desde hasta el Hospital Civil. Estos tramos fueron asumidos por la Agencia de Obra Pública para su ejecución y posterior disposición a la concesionaria para su explotación.