La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en andalucía es la más barata del país, pero pese a tener precios más bajos el resto de las regiones es, paralelamente, una de las más estrictas. Los datos reflejan claramente las dos realidades: la tasa de rechazo de los automóviles en Andalucía es del 21,2%, y sólo es superada por las cifras de Asturias (33,2%) y Galicia (23,1%). En cuanto al dinero que le cuesta al conductor pasar este mal trago, en Ceuta, la plaza más cara, asciende a 46,36 euros frente a los 23,56 de la autonomía andaluza.

El viernes entraron en vigor las nuevas tarifas de la ITV para los conductores andaluces. Con la reducción de tarifas, la Junta ha estipulado el ahorro para el bolsillo de los conductores en unos 15 millones. Es cierto que Andalucía se coloca a la cabeza del ranking de comunidades que menos pagan. Revisar un coche de gasolina, que no supere los 3.500 kg, cuesta unos 23,56 euros. En Ceuta, la misma operación sale casi por el doble: 40,36 euros. Sin embargo, no todos los datos dejan bien parados al usuario andaluz. Con un 23,82%, la tasa de coches que no pasan la inspección es una de las más altas de España. Contrasta con la Comunidad Valenciana, donde el rechazo no llega al 8%. Al ser de dominio público, la supervivencia de las estaciones andaluzas está garantizada. No necesitan atraer a clientes pasando la mano ante las deficiencias.

Hubo un tiempo en que el coche era una símbolo de cierto estatus social. Un crecimiento económico, que no parecía tener fin en España, sobre todo a finales de los 90 y en los primeros años del nuevo milenio, hizo que marcas como Mercedes, BMW y Audi se convirtieran en los vehículos preferidos de muchos españoles trabajadores que conformaban la llamada clase media. La alta ingeniería alemana empezó a reinar en las autovías españolas. Hoy día, el panorama ha cambiado radicalmente. Muchos de esos flamantes coches, que en su día representaron el esfuerzo del duro trabajo, han sido embargados. En el mejor de los casos, su olor a nuevo ha dejado paso a un aroma, mezcla entre antigüedad y humo de tabaco.

La crisis económica ha traído consigo una contención de ventas que deja a España con una de las flotas de vehículos más envejecida de todos los países que conforman la Unión Europea. Este fenómeno trae consigo otra consecuencia notoriamente visible para todos los propietarios de un coche: cada vez hay más colas en las estaciones de la ITV. La obligatoriedad de este servicio, con un parque de vehículos envejecido, produce una alta demanda.

La primera inspección periódica depende del tipo de vehículo. En el caso de los turismos, deberá pasar por la radiografía técnica después de cuatro años, tras su primera matriculación. Los ciclomotores la pasan por primera vez a los tres. A partir de ahí, de los cuatro años hasta la década, las revisiones son bienales. De diez años para arriba, circular con el coche de forma legal, requiere el paso anual por una de las estaciones de ITV que hay repartidas por la provincia. No son suficientes. El tiempo de espera ha aumentado y algunas rozan ya el colapso.

La situación en la provincia

En el primer semestre del 2014, un total de 306.926 vehículos han sido inspeccionados en las estaciones de ITV de la provincia de Málaga. En el mismo periodo del año 2013, se revisaron unos 291.859, lo que supone un incremento del 5,2% en lo que va de año. La antigüedad se hace notar. De este total de 306.926, unos 73.120 coches no pasaron el filtro y requirieron de alguna reparación para superar la inspección. Aun pasando la ITV, a unos 204.789 vehículos se le detectaron defectos leves. El porcentaje medio de los que no superan la ITV en su primera visita está para la provincia de Málaga en un 23,82%.

El bolsillo prima por encima de la seguridad. Resulta especialmente llamativo que el apartado donde se encontraron las deficiencias más graves fue en neumáticos, ejes y suspensión. Todos elementos clave para garantizar la seguridad del propio conductor y los demás usuarios que participan en el tráfico.

La ITV está regulada a nivel estatal. Pero son las autonomías, las que deciden en última instancia, qué modelo de gestión aplicar en sus respectivos territorios. Andalucía, junto con Asturias, son las únicas comunidades españolas que realizan las ITV exclusivamente por empresas públicas. Otras, lo hacen mediante concesiones a empresas privadas con tarifas ya fijadas por la Administración. Finalmente, está el último grupo más permisible con la libertad privada que sólo fija unos precios máximos.

Así, la empresa pública de la Junta, Verificaciones Industriales de Andalucía S A (VEIASA) gestiona en la provincia las estaciones de Algarrobo, Ronda, Antequera, Marbella-San Pedro, Estepona, Málaga-Guadalhorce y Málaga-El Palo. La ITV que lidera el ranking con unas 123.347 visitas anuales es la de Málaga-Guadalhorce, mientras que la estación con menos afluencia se encuentra en Ronda. Unos 20.050 usuarios han pasado por sus tornos en lo que va de año.

Para aliviar aglomeraciones, la Junta va a invertir en torno a siete millones de euros, para mejorar las infraestructuras entre 2014 y 2016. En ese sentido, el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado aseguró la semana pasada que la empresa «iba a acometer una serie de reformas y nuevas aperturas». Se ampliará la ITV de Estepona y se construirán tres nuevas: otra más en el Polígono Industrial Guadalhore para reforzar la ya existente, una en El Viso y la última en Mijas. Málaga contará así con 8 de las 64 estaciones fijas que hay en la comunidad autónoma.

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@Matias_slb