Lo que sucedió durante la madrugada del 28 de enero de 2012 en las aguas del Orzán, en La Coruña, marcó un antes y un después para los Barrero. Un joven originario de Bratislava que estaba de Erasmus se precipitó al mar y hasta tres policías, junto al estudiante, fallecieron en un intento de salvar la vida al eslovaco.

Aquello dio que pensar a dos sevillanos empresarios relacionados con el ámbito del turismo y llegaron a la conclusión de que nadie debía morir ahogado en un intento de salvarle la vida a otra persona. Han creado un dispositivo pionero y La Malagueta son las primeras playas que cuentan con este novedoso sistema.

A raíz de aquel hecho comenzaron a investigar sobre el tema y se dieron cuenta que no existía ningún dispositivo al respecto y se trataba de un problema a escala mundial.

De ahí nació el Punto Naranja, un dispositivo con sello andaluz que tiene tres objetivos claros. Salvaguardar la vida del socorrista para que llegue de vuelta a tierra vivo, conseguir que el rescate sea cómodo para ambas partes y rápido, por si la víctima está entre la vida y la muerte, para que haya margen para realizar primeros auxilios.

El sistema es sencillo. El Punto Naranja se ubica en la arena y en caso de usarse solo hay que abrir el habitáculo que lo resguarda, tirar de la milla y colocarse un arné de rescate con el cual afianzas a la víctima una vez adentrado en el agua, para que tenga las vías respiratorias fuera del agua, y se pulsa el botón que va en el arné que activa el aparato de la costa y recoge poco a poco la cinta que mueve 1,5 metros por segundo.

En el momento que se abre la pegatina se activan los servicios de emergencias, tal y como detalla Antonio Barrero, y está activo todos los días del año. Sus creadores trabajan en una aplicación de móvil gratuita para que los bañistas sepan cómo utilizarlo en caso de que fuera necesario. Esperan que esté disponible en agosto.

Tras unas pruebas de sistema en el centro integral de seguridad marítima Jovellanos de Gijón realizadas en mayo de 2013 llegaba la prueba de la verdad. Probar in situ, en una playa. El caso de que haya sido la playa de La Malagueta la primera en incluir este sistema no ha sido otra que ver el interés que ha mostrado el Ayuntamiento por probar, según Barrero. «Nos pusimos en contacto con varios ayuntamientos» pero el de Málaga fue el que más interés mostró y se ofreció de manera altruista para hacer las pruebas», detalla. Todo esto sucedió en septiembre de 2013 y desde el uno de abril de este año la playa cuenta con tres dispositivos y la idea es ampliarlo a otras zonas.

Parece que otras ciudades comienzan a interesarse tras conocer el sistema y Barrero no descarta exportarlo en cuestión de unos meses.

Continúan en este proyecto pero ya tienen en mente otras ideas que van un poco en la misma línea que lo conseguido hasta ahora. Crear un Punto Naranja para barcos es una de las ideas en los que están volcados. «Como la Ley Marítima prohíbe tirarte al agua cuando cae un hombre estamos elaborando un torpedo de rescate para sacarle en un tiempo récord», señala. Otra de las ideas que tienen en mente es patentar un sistema similar para los niños en la piscina pero eso aún tendrá que esperar.