La apertura del metro el próximo día 30 de julio ha hecho crecer en los malagueños el gusanillo de la curiosidad. Ayer las estaciones de La Paz, El Perchel, Portada Alta y Ciudad de la Justicia retiraron las vallas que las cercan y levantaron las persianas metálicas de sus entradas para iniciar la campaña de puertas abiertas con la que dar a conocer el funcionamiento del metro y su uso. Así permanecerán hasta el viernes. Los viandantes se adentraban ayer en «el agujero» con la idea de montarse o, al menos, ver el tren; aunque tuvieron que conformarse con escuchar su paso por las vías de la segunda planta del subsuelo de la Carretera de Cádiz (estos días solo se puede acceder a la primera) mientras operarios de Metro Málaga informaban del modo en el que se deben utilizar las máquinas expendedoras para adquirir los títulos de viaje o recargarlos.

Desde jubilados hasta ciclistas hacían cola ante el personal de información para resolver las distintas dudas que el nuevo medio de transporte les genera. Los mayores de 65 eran los más escépticos a la hora de decidir el cambio del autobús al metro debido a la laguna informativa que existe hoy día sobre los descuentos que se les aplicarán o si les facilitará una tarjeta similar a la que, actualmente, utilizan para acceder a la red de la EMT.

También sorprendió a muchos de los visitantes la noticia de que hasta la apertura de la estación de Guadalmedina -prevista para 2016- no será necesario hacer transbordo, ya que el mismo convoy recorrerá las dos líneas como vía única.

La imposibilidad de llegar hasta el Centro es el principal obstáculo que frena a los habitantes para recorrer Málaga por debajo de tierra: «El metro te deja en el Vialia. Ahora, en verano, con 30 grados en la sombra, las personas mayores no van a andar desde allí hasta la Alameda», dice una pareja de jóvenes. Palabras que corrobora un jubilado, que seguirá viajando en bus porque no puede «caminar tanto».

Los testimonios contrastan con las previsiones de la Junta de Andalucía, que prevé que el metropolitano retire hasta 4.000 vehículos al día durante el primer año de funcionamiento y que moverá a 2,5 millones de pasajeros en lo que resta de año

A lo largo de la primera jornada distintos operarios supervisaban las instalaciones para comprobar que todo estaba preparado para la inauguración. En la estación de La Luz-La Paz, en la que este periódico estuvo presente, se produjeron distintos incidentes como la avería del ascensor o el enfado de distintas personas por la presencia de un pequeño escalón a la entrada de la boca de metro.

Las cuatro estaciones antes mencionadas permanecen abiertas en horario de 9 a 14 y de 17 a 19 horas para informar sobre el uso del suburbano a los ciudadanos interesados y además reciben las tarjetas monederos del Metro de Málaga, que tiene un límite de recarga de 20 euros. Las máquinas expendedoras, principales protagonistas de estas jornadas, permiten adquirir cualquier título del tren. Disponen de cuatro idiomas (español, inglés, francés y alemán) y tres modalidades de pago: con monedas, billetes y tarjeta de crédito. «Las máquinas de billetes son de uso fácil y su mecanismo está adaptado para personas con discapacidades visuales y motoras. Además, poseen un interfono para que pueda comunicarse con el personal ante cualquier incidencia o necesidad de información», según la guía suministrada.