­La Junta de Andalucía mantiene su apuesta por la educación a pesar de sus problemas de liquidez. El consejero del ramo, Luciano Alonso, ha hecho en Sevilla balance del curso 2013/2014, que acaba de concluir. Un curso en el que el Gobierno andaluz ha hecho un importante esfuerzo presupuestario, según dijo, para mantener en solitario sus programas que favorecen la equidad y la igualdad de oportunidades, planes que, además, sirven para conciliar la vida laboral y familiar de los padres. Entre ellos, la gratuidad de los libros de texto, los planes de apoyo, acompañamiento y refuerzo o los servicios de transporte y comedor escolar, además de mantener las becas que eliminó el Ministerio. A pesar de que el Gobierno central retiró la financiación de algunos de estos programas, la Junta no ha dudado en conservarlos. Y las familias andaluzas han sido las principales beneficiadas, ya que cada una de ellas ha podido ahorrarse una media de 2.000 euros, según los cálculos del consejero.

Educación invirtió el pasado curso en el programa de Gratuidad de Libros de texto más de 43,7 millones de euros. Más de un millón de alumnos tuvieron manuales gratis, a pesar de que la mayoría tuvieron que conformarse con heredar manuales más que usados, que han pasado por cuatro mochilas distintas y que no se cambian hasta que no se desarrolle la LOMCE.

Por su parte, el transporte escolar ha prestado servicio gratuito a 98.000 estudiantes de todos los niveles tanto obligatorio como no obligatorios que han tenido que desplazarse a otro municipio para cursar enseñanzas que no se imparten en sus localidades de residencia. Para Alonso, el servicio de comedor es otro de los «pilares básicos» en los que se sustenta la equidad. En el curso 2013/14 180.000 alumnos han comido a diario en su colegio. Más de 90.000 lo hicieron gratis y casi el 80% percibieron alguna ayuda. Durante el curso se han servido alrededor de 21 millones de menús.

En cuanto al sistema de becas, el consejero hizo hincapié en que más de 10.000 alumnos andaluces «expulsados del sistema por la política de becas del ministro Wert han sido rescatados con becas propias». En este punto, citó la Beca 6.000 que destina casi 20 millones de euros a favorecer que los alumnos continúen estudiando Bachillerato después de la ESO. También la Beca Segunda Oportunidad, con una inversión de casi 2 millones de euros, dirigida a recuperar para el sistema al alumnado de entre 18 y 24 años que lo abandonó. O la nueva Beca Adriano, estrenada este curso, que permite acceder a la educación postobligatoria a los estudiantes que habiendo aprobado no superen los requisitos académicos que ha endurecido el Ministerio y que ha contado con una dotación de casi 2,5 millones de euros.

Para Alonso, Andalucía puede «presumir» de tener el sistema de becas «más potente del país», destinando más de 24 millones de euros a evitar el abandono escolar por falta de recursos económicos.

El Ministerio también retiró su aportación en los programas de acompañamiento escolar, que han sido claves para reducir las elevadas tasas de fracaso y abandono prematuro. Por este motivo, la Junta tomó la decisión de mantener estas clases de apoyo por las tardes en más de 1.300 centros. También los planes de Compensación Educativa, de Prevención del Absentismo, Apoyo a la Escuela Rural o el programa Aulas Hospitalarias.

Para Alonso, «las ayudas a las familias, las medidas compensatorias que favorecen la igualdad de oportunidades y el trabajo del profesorado andaluz han sido claves del éxito escolar del alumnado».